No importa si eres hombre o mujer, para todos es realmente confortable llegar a un hogar que transmita calma, limpieza y que sea increíblemente acogedor.
TeeTime Klever / Hola
Entrar en casa y sentir que el tiempo se detiene es posible con una decoración que invite a la calma. Y es que esa tendencia no está reservada únicamente para el dormitorio. Toda la decoración de interiores de un espacio puede tener el toque slow.
Para que puedas reproducir el estilo tú mismo, hemos seleccionado algunos ambientes para extraer de cada uno la mejor idea que copiar con el objetivo de lograr un interiorismo sosegado.
La paleta de colores
Este dormitorio, decorado por Estudio Helena Martín arquitectura e interiorismo (www.helenamartin.es) -como el salón que abre el reportaje-, tiene una decoración que invita a la calma. De él hay que copiar el uso de la paleta cromática escogida. Se basa en tonos tierra y neutros (arena claro, blanco, blanco natural y beige).
Y es que estos son relajantes y tranquilizan. Así que en una casa que respira calma, es la que debe predominar. Se puede romper con algún chispazo de color pero debe ser discreto y sencillo.

Esas notas de color que aparecen…
No son estridentes, como indicábamos. Son sencillas y están muy vinculadas con la naturaleza. El amarillo, verde, azul, caldera o tierra son los colores seguros que debes usar para que la decoración de tu casa respire calma.
Siempre sobre la base de neutros, como en este dormitorio. Puedes incorporar el color en lisos o en estampados, sencillos, poco vistosos (funcionan los tipo acuarela, desvaídos, poco marcados o nítidos).

Materiales y superficies “imperfectos”
Este detalle también favorece que la decoración se sienta natural e informal. Se trata de dejar que la arruga se vea (el lino es el rey de la arruga elegante), de que las paredes muestren imperfecciones (no rotos ni desconchones sino aguas o areniscas), que el barro esté presente, que la madera no solo se deje ver en un acabado pulido.
Combinar diferentes materiales y sus texturas aportan matices y enriquece porque hace que el espacio se sienta confortable, vivido, cómodo. Invita a usarse con calma, con esa que hay que poner al hacer algo de manera artesanal.

Muy pocos acabados y adornos
Sencillez y pulcritud. La decoración de una casa en la que se respira calma está decorada con las piezas justas para dejar los espacios despejados. El equilibrio es que se sienta todo vestido y arropado aunque liberado de artificios. Se trata de no tener que preocuparnos de colocar o limpiar. Casi tampoco de mantener.
La casa respira calma porque se siente ordenada, tranquila. Para ello, este ambiente nos invita a copiar como idea para que nuestra casa respire calma la ausencia de artificios, la combinación de muebles ligeros de diferentes materiales, incluso, estilos, pero con sencillez.

Rincones que invitan a parar
De este ambiente proyectado por Richard King Design extraemos la idea de que funciona en una slow deco proponer rincones, ambientes o espacios dedicados al dolce far niente, a estar, a parar, a sentarse en cualquier zona a estar solo, escuchar música, meditar, pensar, leer o no hacer nada. Bancos, cojines de suelo apilados, un puf, una solución a medida como esta maxi hornacina en la pared.

Jugar con la luz natural
Tamizarla con visillos ligeros o dejar que se cuele en una bonita proyección de luces y sombras con estores de fibra o cortinas de lamas de madera. La luz natural tiene mucho peso en la sensación de calma y bienestar que provoca un espacio.
De este salón que invita a la calma, decorado por el estudio Knowhaus, nos quedamos con la idea de jugar con la luz, tamizarla con visillos ligeros en color blanco y dejar que se cuele en un espacio decorado en tonalidades tierra con un sofá de obra con colchonetas y almohadones.
Iluminación ambiental siempre cálida
Siempre luz cálida para iluminar por la noche. Escoge lámparas bonitas con pantallas que proyecten la luz tamizada, no directa. Pantallas de tela en tonos suaves, de madera alistonada, entrelazada, de fibra tipo cannage.

Formas orgánicas
Un ambiente que respira calma tiene ese aire informal que ya hemos mencionado. No es rígido, huye de lo encorsetado. Es más orgánico que cuadriculado o geométrico. Por ello las formas y líneas redondeadas o sinuosas son imprescindibles para decorar un ambiente slow. Porque relajan, favorecen la circulación, son menos agresivas y rectas.

El efecto de “orden descolocado”
¿Qué significa exactamente esta idea? Que aunque un ambiente se debe sentir y ver ordenado, no tiene que ser perfectamente pulcro. Es decir, no es necesario que cada cojín esté perfectamente estirado o los libros organizados en la librería por tamaños de forma rigurosa. Se busca esa imperfección perfecta.
Es decir, no pasa nada si los cojines caen en el sofá o la cama de manera natural. Si se deja a la vista una manta o plaid, listo para ser usado en cualquier momento; si los libros se mezclan entre ellos… esa ausencia de rigidez hace que el espacio favorezca la relajación.
