Los majestuosos Vila Vita Parc, en el sur de Portugal, y PGA Catalunya Golf & Wellness, en las afueras de Gerona, ofrecen dos experiencias a las que no les falta ningún ingrediente.
Tee Time Klever/ ABC
Hay destinos que lo tienen todo y pueden ofrecer una experiencia completa, especialmente apreciada en una escapada en la que se busca desconectar y entregarse al descanso y al disfrute sin preocupaciones derivadas de hacer planes, reservas y buscar sitios complementarios.
Es el caso de dos hoteles de lujo situados en la naturaleza en dos de los mejores destinos de la península, el Vila Vita Parc, en el Algarve (Portugal), y el PGA Catalunya Golf & Wellness, en Gerona (España).
En ambos, al alojamiento en un entorno único de maravillosas vistas y grandes espacios han sabido añadirle atractivos vinculados a la gastronomía, el ocio y el bienestar de la misma calidad y exclusividad. Son dos lugares con garantía, donde cada detalle está pensando para responder, e incluso anticiparse, a las necesidades de los huéspedes.
Un paraíso portugués exclusiva
Llegar al hotel Vila Vita Parc, en el corazón del Algarve portugués, es sumergirse en un exquisito mundo en el que todo está cuidado, pensado y diseñado para ofrecer una experiencia exclusiva, variada e inmejorable.
El resort de 22 hectáreas cuenta con siete piscinas, acceso directo y casi privado a la playa, yate, tiendas, una bodega increíble por su riqueza en referencias de todo el mundo (y donde se hacen catas y cenas íntimas con maridaje), amplias zonas infantil y deportivas y 203 habitaciones, suites y villas -que ocupan desde 40 hasta 1.700 metros cuadrados- de preciosas vistas al mar y a sus floridos jardines.
También cuenta con un selecto spa de la mano de Sisley, que posee exquistas salas de relajación y de tratamiento con lo más exclusivo en belleza y estética. Justamente, este espacio acaba de recibir dos reconocimientos en los World Spa Awards, el de mejor spa de todo Portugal y el de mejor tratamiento, por el que efectúan con cuarzo dorado.
Tan extensas instalaciones, unidas por caminos de las típicas baldosas portuguesas, grandes palmeras, parques y fuentes, permiten no solo mantener las distancias, sino también asegurarse una estadía discreta y con un alto grado de privacidad (de hecho, en sus villas se alojan con frecuencia famosos de todo el mundo en sus vacaciones).
Sobresale especialmente este majestuoso complejo por su gastronomía, con más de quince bares y restaurantes de comida de todo tipo, desde la portuguesa hasta la internacional o japonesa.
Sin embargo, es cita ineludible su restauranteOcean, que ostenta dos estrellas Michelin y cuyo nuevo menú es una oda a lo mejor de la alta cocina, de sabor, técnica, producto y estética en fin armonía.
