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La tendencia de generar arte al estilo Ghibli con ChatGPT provocó un récord de usuarios, desatando debates sobre derechos de autor.
El furor por la creación de arte generado por inteligencia artificial inspirado en el icónico estilo de Studio Ghibli disparó el uso de ChatGPT a un nivel histórico. La semana pasada, usuarios de todo el mundo inundaron las redes sociales con imágenes basadas en el estilo dibujado a mano del famoso estudio de animación japonés, fundado por Hayao Miyazaki y responsable de clásicos como El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro.
El incremento masivo de usuarios puso a prueba los servidores de OpenAI, llegando incluso a limitar temporalmente el uso de la herramienta de generación de imágenes. Según datos de la firma de investigación de mercado Similarweb, el promedio de usuarios activos semanales de ChatGPT superó los 150 millones por primera vez en el año.
Un crecimiento explosivo
La demanda por la nueva función fue tan intensa que Sam Altman, CEO de OpenAI, anunció en X: “Añadimos un millón de usuarios en la última hora”, comparando este crecimiento con la llegada de un millón de usuarios en cinco días cuando ChatGPT se lanzó hace más de dos años.
Las cifras de SensorTower confirmaron que los usuarios activos, los ingresos por suscripciones y las descargas de aplicaciones alcanzaron un máximo histórico. En particular, las descargas globales de la aplicación crecieron un 11%, los usuarios activos semanales aumentaron un 5% y los ingresos por compras dentro de la app subieron un 6% en comparación con la semana anterior.
“Es muy divertido ver que a la gente le encantan las imágenes en ChatGPT. Pero nuestras GPU se están derritiendo”, comentó Altman en respuesta a la ola de interacciones con la nueva herramienta.
Desafíos legales y reacciones de Miyazaki
El auge de la generación de imágenes con IA también ha suscitado dudas sobre los derechos de autor. Evan Brown, socio del bufete de abogados Neal & McDevitt, señaló que “el panorama legal de las imágenes generadas por IA que imitan el estilo distintivo de Studio Ghibli es un terreno incierto”, ya que la legislación suele proteger expresiones específicas, pero no estilos artísticos.
OpenAI no ha respondido a preguntas sobre los datos utilizados para entrenar su modelo de generación de imágenes ni sobre la legalidad de su nueva función.
Mientras tanto, las críticas de Hayao Miyazaki sobre la inteligencia artificial resurgen con fuerza. En 2016, al ver una demostración temprana de imágenes generadas por IA, declaró: “Estoy completamente disgustado. Nunca desearía incorporar esta tecnología a mi trabajo”. Sus palabras han cobrado renovada vigencia tras la explosión de esta tendencia viral.
A pesar de la controversia, el impacto del “Efecto Ghibli” en ChatGPT es innegable. La inteligencia artificial sigue evolucionando y transformando la creación artística, pero también plantea dilemas éticos y legales que aún están por resolverse.
