Una tripla infalible para disfrutar y adelantar conversaciones que luego resultarán en negocios exitosos.
TeeTime Klever / Fairway
El whisky, el golf y los negocios se han vinculado desde los principios de este deporte, principalmente porque resulta toda una experiencia, una tripla infalible para disfrutar y adelantar conversaciones que luego resultarán en negocios exitosos.
Sin duda alguna el golf une, divierte y es hoy en día uno de los escenarios más importantes para hacer «networking» de alto nivel.
Algunos datos curiosos cuentan que la decisión de la cantidad de hoyos de un campo está relacionada con la cantidad de ‘shoots’ que tiene una botella de whisky, es decir, 18 hoyos y 18 tragos. Era toda una tradición que al embocar el hoyo se tomará un trago del preciado líquido de malta.
Jugando se reflejan los rasgos más predominantes de los compañeros de partida, es un espacio en el cual se puede generar empatía a través de la camaradería y el conocimiento del otro.
Manuel José Merizalde, golfista profesional y prestigioso empresario afirma que jugar golf le ha facilitado estar en contacto con grandes personajes del mundo empresarial, teniendo como mesa de trabajo, un campo de golf en el cual el tiempo de reunión se aproxima a las 4 horas, en las que se puede hablar de familia, viajes, amores y claro, también de negocios.
En el golf se hacen negocios, mientras se disfruta de hermosos campos y unos cuantos whiskys, las reglas y cortesía en este deporte proveen el escenario perfecto para entender que, de una manera entretenida, se puede estar hablando muy en serio de la toma de una decisión que culminará con la firma de un acuerdo formal.