Tee Time Klever/ DIAGEO México
El mundo del whisky siempre ha sido sinónimo de tradición, profundidad y carácter. Pero, como todo lo que evoluciona con estilo, hay momentos en los que incluso lo clásico necesita un giro inesperado. Y Johnnie Walker Black Ruby es, sin duda, uno de ellos.
Esta nueva edición limitada es la más reciente innovación dentro del icónico portafolio de Johnnie Walker. Lejos de seguir el camino convencional, Black Ruby irrumpe con fuerza y frescura en una categoría históricamente tradicional, apostando por un perfil afrutado y moderno que se siente tan audaz como refinado. Su nombre lo dice todo: hay elegancia, sí, pero también intensidad, sensualidad y una promesa de algo diferente.

Diseñado para una nueva generación de consumidores—especialmente para aquellas mujeres que están reescribiendo las reglas del disfrute—Black Ruby no solo se bebe, se mezcla. Y esa es quizás su propuesta más disruptiva: demostrar que el scotch también puede jugar en el terreno de los cócteles sin perder un gramo de autenticidad.
Con notas de frutos rojos, un equilibrio suave y un espíritu vibrante, esta expresión representa más que un sabor: es una declaración de progreso. Johnnie Walker, fiel a su lema de “Keep Walking”, da un paso hacia adelante con una propuesta inclusiva, versátil y decididamente contemporánea.
Black Ruby no es solo una botella nueva. Es un símbolo de cambio.
Y si el whisky puede evolucionar, ¿por qué no nosotros?