Tee Time Klever/ Golfweek
En el momento justo, Jordan Spieth parece reencontrarse con su mejor versión. El texano cerró el CJ Cup Byron Nelson con una espectacular ronda de 62 golpes (-9), la más baja que registra en el PGA Tour desde 2021. La actuación representa un paso importante en su preparación para el PGA Championship, donde intentará conquistar el único major que le falta para completar el career Grand Slam.
Spieth ganó 6.464 golpes contra el campo el domingo, su mejor registro desde la ronda final del Masters 2023. Luego de una cirugía en la muñeca durante la pretemporada, su evolución ha sido constante, con tres top 10 en lo que va del año y una clara mejora en sus estadísticas de putt, uno de los aspectos más volátiles y determinantes de su juego

En la entrevista posterior a su ronda, el jugador de Dallas reconoció que no ha cambiado de estrategia, pero sí nota avances técnicos.
“Mis mecánicas están mejorando cada semana. Estoy pudiendo ejecutar cosas que quizá el año pasado no podía”, explicó.
Aunque su excelente cierre no fue suficiente para pelear por el título —terminó al menos 10 golpes detrás de Scottie Scheffler—, Spieth valoró su rendimiento y admitió que compartir grupo con el número 1 del mundo fue tan exigente como motivador.
“Me dio una paliza. Pero eso también te empuja a trabajar más duro y mejorar”, comentó.
Spieth jugará el Truist Championship la próxima semana con una invitación de patrocinador y continuará una racha de cinco torneos consecutivos en su agenda. Luego llegará el turno del PGA Championship en Quail Hollow, donde en 2017 tuvo su primera oportunidad de ganar el Grand Slam. Hoy, ocho años después de su último grande, siente que está cerca de lograrlo:
“Se siente cerca. Esto fue una buena mejora. No pienso forzar nada”.