Aunque la inteligencia es util, no asegura que los líderes empresariales adopten rasgos de personalidad de crecimiento.
TeeTime Klever / Redacción
Se dice que tienes una mentalidad de crecimiento si eres de esas personas que creen que—invirtiendo suficiente tiempo, esfuerzo y estudio—pueden adquirir cualquier habilidad. Si crees que las habilidades son innatas a las personas y que, simplemente, no puedes hacer aquéllo para lo que no has nacido, entonces tienes una mentalidad fija.
Las personas con mentalidad fija tienen un gran miedo al fracaso porque lo ven como una señal de su debilidad o escasa habilidad en un determinado terreno. A las personas con mentalidad de crecimiento no les importa demasiado el fracaso porque saben que pueden aprender de él y mejorar su rendimiento.
Carol Dweck, doctora en psicología y profesora en la Universidad de Stanford, ha estudiado cómo influyen estos tipos de mentalidades en la vida de la gente, y ha llegado a la conclusión de que las personas con mentalidad de crecimiento tienen más éxito en todos los aspectos de la vida y viven con menos estrés.
Una persona con mentalidad fija ve el esfuerzo como algo innecesario. Tenderá a evitar los desafíos, se rendirá antes cuando aparezcan obstáculos, ignorará las críticas y se sentirá amenazada por el éxito de los demás. Como consecuencia de todo ello, se estancará antes y nunca alcanzará su potencial.
Una persona con mentalidad de crecimiento ve el esfuerzo como el camino hacía la maestría. Aceptará los desafíos a pesar del riesgo, luchará contra la adversidad, aprenderá de las críticas y encontrará inspiración en el éxito de los demás. Como consecuencia, logrará mayores éxitos.