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La Romita: El Barrio de Pueblo que Sobrevive en la Roma

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TeeTime Klever/Food & Pleasure

Barrio La Romita en la Roma es el único rincón resistente a la gentrificación, conservando su esencia de pueblo tradicional.

Aunque la colonia Roma es conocida por su vibrante vida urbana y su creciente gentrificación, hay un rincón especial que ha logrado resistir el paso del tiempo y mantener su esencia de pueblo. Ese lugar es Barrio La Romita, un espacio único que se encuentra en el corazón de la colonia Roma, pero que parece estar completamente aislado del bullicio y el crecimiento de la zona.

A solo unos metros de la Avenida Cuauhtémoc, La Romita permanece intacta, como un pequeño enclave donde la vida transcurre a otro ritmo. Aquellos que conocen bien la zona, o incluso quienes han vivido en la CDMX por años, pueden no haber oído hablar de este barrio que ha logrado preservar su identidad. Fue hasta hace poco que tuve el privilegio de conocerlo y me sorprendió descubrir cómo, en medio de una ciudad tan cosmopolita, aún existe un lugar tan lleno de historia y tradiciones.

Foto: Food&Pleasure

Un vistazo a la historia de La Romita

La historia del barrio comienza en tiempos prehispánicos. El área era originalmente conocida como Aztacalco, un pueblo indígena que significa “en la casa de las garzas”. Durante la conquista, los indígenas continuaron viviendo en la zona, hasta que más tarde se rebautizó como La Romita. La razón de este nombre tiene sus raíces en un camino local que se decía similar a uno de la ciudad de Roma, Italia.

A lo largo del tiempo, la zona fue fraccionándose, dando paso a un barrio que resistió la transformación y el crecimiento de las clases altas en la ciudad. Aunque oficialmente La Romita fue integrada a la colonia Roma, su esencia siempre se mantuvo independiente. Durante el siglo XX, fue un barrio con una reputación peligrosa, pero hoy se ha transformado, conservando su carácter y autenticidad.

Foto: Food&Pleasure

El encanto de La Romita

Al caminar por sus angostas calles, el tiempo parece detenerse. La Plaza La Romita, el corazón del barrio, es un pequeño espacio rodeado de árboles frondosos, bancos y una fuente que, aunque hoy se encuentra algo olvidada, sigue siendo un símbolo de su tranquila belleza. La plaza está rodeada por edificios de arquitectura clásica, muchos de los cuales conservan murales coloridos que dan vida a la zona.

Uno de los principales atractivos del barrio es la Iglesia de San Francisco, construida en el siglo XVII, con un estilo neogótico que aún mantiene su majestuosa presencia. Cerca de la iglesia se encuentra el Huerto La Romita, un huerto urbano inaugurado en 2006 y considerado el primero de su tipo en la ciudad, que agrega un toque de frescura y naturaleza al barrio.

Además, La Romita es hogar de negocios locales como una tortillería, una panadería y un puesto de frutas, que dan cuenta de la vida cotidiana en este lugar. Los residentes de La Romita, aunque forman parte de la colonia Roma, se sienten parte de algo distinto, una comunidad que sigue siendo fiel a sus raíces y que resiste la rápida urbanización.

Foto: Food&Pleasure

Un espacio cinematográfico y cultural

Este encantador barrio también es reconocido por su vínculo con el cine, ya que fue el escenario de algunas escenas de la famosa película Los Olvidados (1950), dirigida por Luis Buñuel. Este legado cultural le otorga un aire aún más especial, un espacio que ha sido testigo de la historia de la ciudad tanto en la vida real como en la ficción.

Un destino tranquilo en el corazón de la CDMX

El Barrio La Romita es el lugar perfecto para disfrutar de una tarde relajada en la ciudad, alejada del ruido y la prisa. Es un recordatorio de lo que alguna vez fue un pueblo dentro de la urbe, un lugar que ha sabido preservar su calma y su historia a pesar de la constante transformación de su alrededor.

Si alguna vez te encuentras en la colonia Roma, no dudes en perderte en sus callejones y descubrir este rincón único que aún conserva la esencia de un pueblo tradicional.

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