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Los 5 pecados capitales del golf

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Porque comenter estos pecados capitales te perjudicarán tanto que los resultados que conseguirás serán realmente nefastos.

Desde hace ya muchos años cuando hablo con jugadores de golf, después de jugar los 18 hoyos, es más que habitual tratar sobre las quejas y los problemas que han tenido en todo el recorrido.

Sobre todo por no haber enviado la bola a donde ellos querían, unas veces porque se quedaron cortos y la mayoría de las veces porque la bola voló muy a la derecha o muy a la izquierda, terminando entre la maleza o los árboles.

La mayoría de las veces, suelen echar la culpa de todos los fallos a los palos, las bolas, al caddie o el mismo campo.

Claro está, el jugador es el último que se culpa de ello, pensando que jugó magníficamente y que si no fuera por esos “fallitos” hubiera hecho un recorrido increíble.

¿Te resulta familiar esta situación?

Pues, precisamente, para ayudarte a que nada de esto suceda muchas veces o en la medida de lo posible a evitar que se repitan para así mejorar tus golpes, te traigo estos pecados capitales que el 99,9% de los golfistas cometen.

Sí, tú y yo mismo, los hemos cometido en varias ocasiones, sin darnos cuenta, pero te puedo asegurar que nadie se escapa.

Para que los tengas muy presentes, te los ordenaré según su mayor a menor gravedad:

-> Primer pecado capital: Desconocer tu forma de jugar al golf.

-> Segundo pecado capital: Jugar en el campo sin haber entrenado.

-> Tercer pecado capital: Mantener descuidado tus bolas y palos de golf.

-> Cuarto pecado capital: Jugar en un campo de golf que te perjudica.

-> Quinto pecado capital: Jugar pensando en otras cosas en vez de pensar en el juego.

Y no te creas que solo hay estos cinco pecados, pero entre otros muchos yo prefiero destacar estos por ser los más graves y los que te perjudican más al jugar a golf.

Aunque también te aconsejaría que tengas en cuenta estas 9 cosas que debes hacer antes de una vuelta de golf.


Primer pecado capital: Desconocer tu forma de jugar al golf.

¿Cómo eres tú jugando a golf?

Sé realista, de 1 a 10 ¿cómo te valoras?

Todo golfista tiene un referente, ya sea Tiger Woods, Severiano Ballesteros, Jack Nicklaus, Rory McIlroy, Gaby López, Greg Norman o Dustin Johnson; por decir algunos.

Es genial ver como juegan, como resuelven situaciones “imposibles” y finalmente ganan torneos.

Pero tú tienes que ser realista.  Tú eres tu ídolo. Tú no puedes jugar como tu ídolo.

Por mucho que lo desees, nunca podrás jugar como ellos.

Por la sencilla razón que tú no tienes su forma física, ni su entrenamiento diario (tanto físico, estratégico ni mental), ni su equipo, …

ni siquiera tienes una porción muy chica de las horas que pasan tirando bolas.

Entonces no pretendas llegar a sus resultados.

Es muy importante que tú mismo seas consciente de tus limitaciones y sobre todo tu capacidad.

Y el handicap así lo refleja.

No es malo tener un handicap 10 ó 20 si vas a entrenar y jugar una vez por mes. 

Y no es malo tener un handicap 20 ó 30, si no entrenas y tienes una vida sedentaria.

Y no es malo tener un handicap 40 si solo vas a jugar a golf los veranos.

Cada uno tiene sus propias circunstancias personales y eso siempre se refleja en tu forma de jugar y por tanto en los resultados que conseguirás.

Las frustraciones vienen porque te marcas objetivos difícilmente alcanzables.

Sé siempre realista contigo mismo y si quieres mejorar, ya sabes que tienes que entrenar.


Segundo pecado capital: Jugar en el campo sin haber entrenado.

¿Cuántos jugadores de golf suelen ir a jugar una o dos veces al mes al campo? 

Muchos, pero muchísimos, y la mayoría de esos jugadores, suelen decidir a jugar uno o dos días antes.

Algo bastante normal.

Pero luego son esos mismos jugadores los que juegan mal, bueno siendo sincero, juegan horrible.

Claro está luego vienen las quejas, pero lo nunca se debe hacer es jugar en el campo de golf sin haber calentado y entrenado antes.

Entrenado con cada palo.

Y no dos bolas, sino al menos 20 bolas con cada palo.

Por la sencilla razón que si quieres jugar bien, con cada palo, en el campo grande, antes debes siempre entrenar para recordar cómo se juega.

Aquí es donde seguramente me dirás que tú tienes muy buena memoria, pero no.

Ni siquiera los jugadores profesionales juegan en el campo grande sin haber calentado y entrenado un rato antes.

Así que tú, y yo también, que eres un jugador o jugadora amateur, tampoco podemos salir al 100% a jugar sin haber entrenado antes.

Hay una regla, ideal para entender esto…

“cada 100 bolas que entrenes, 10 bolas jugarás bien”

Así que si esas 100 bolas, son las que juegas en el campo de golf, luego no vengas con quejas que has jugado mal.

Y lo que tampoco debes hacer es salir al campo para entrenar cuando estás jugando con tus compañeros de golf.

Y ahí incluyo los experimentos golfísticos.

¿Cuántos jugadores salen a jugar al campo para probar a jugar con un palo u otro?

¿Y cuántos de esos jugadores intentan dar un golpe mágico porque lo hizo su ídolo?

¿O cuántos otros jugadores van a la aventura con la intención de jugar?

Y al final son los compañeros de golf los que tienen que armarse de paciencia mientras esperan y esperan al rezagado que ya ha dado cinco, seis y siete golpes y todavía no ha llegado al green.

Cada golpe que des en el campo, lo tienes que haber entrenado mucho antes y así funcionará como esperas.  

Las pruebas y experimentos se hacen en la zona de entrenamiento, siempre.


Tercer pecado capital: Mantener descuidado tus bolas y palos de golf.

Salir a jugar con palos de golf oxidados, manchados o descuidados es como salir a jugar al golf con una mano atada a la espalda, o peor aún atada a un pie.

Los palos de golf son tus herramientas para golpear la bola de la mejor manera posible con un claro objetivo: embocar la bola en el hoyo.

Los palos tienen que ser cuidados, pero no antes de salir a jugar o entrenar.

Tienen que ser cuidados cada vez que los uses. Sí exáctamente, justo después de usarlo y antes de meterlo en la bola.

He conocido jugadores, que juegan todo el recorrido y no llegan a limpiar ni una sola vez los palos, lo que hace que cada vez que luego los use tenga peores golpes.

Piensa en algo muy sencillo, si el palo tiene barro o las estrías de la cabeza están sucias con tierra o trozos de hierba, esos milimétricos objetos harán que la bola se pueda desviar 10 ó 15 grados y con ello hacer que la bola termine a varias decenas de metros de donde llegaría con el palo limpio.

Y limpiar no cuenta con poner la funda al palo. No valen los listos.

Poner la funda con la cabeza del palo sucio, hace que el palo siga sucio y se vaya oxidando, lo que acortará su ciclo de vida.

Y sobre la bola, pasa lo mismo, la bola se ensucia, sí o sí en cada calle, la humedad hará que se peguen briznas de hierba o trocitos de tierra, pues en esos casos, marca la posición de la bola, límpiala y vuelve a colocar la bola.

Rápido y sencillo.

Mantener las bolas y los palos de golf limpios evitará muchos malos golpes a causa de las suciedades.


Cuarto pecado capital: Jugar en un campo de golf que te perjudica.

Ir a jugar a un campo de golf que no conoces es como jugar con los ojos vendados y por eso es bastante normal tener malos resultados.

Es necesario conocer bien el campo o al menos tener unas nociones de lo que encontrarás en cada calle.

Para ello los mismos campos de golf tienen una libreta donde hay un pequeño resumen, de distancias de las calles, obstáculos, donde están situados los bunkers de arena.

No esperes a colocar el tee de salida y luego ver el dibujo que suele haber de esa calle para saber donde vas a jugar.

Cuanto más informado estés, mejor podrás afrontar cada parte de la calle y seleccionar el palo adecuado para ello.

Así que siempre, siempre, debes mirar la página web del campo de golf o pedir la libreta del campo en recepción para así tener una mejor idea de donde jugaras.

Como comentario adicional, cada vez que un profesional del golf va a jugar un torneo de golf, visita y juega en el campo días previos, para así saber de primera mano lo que encontrará el día del torneo.

En tu caso, como jugador amateur, deberías considerar que cada vez que sales a jugar al campo, es como jugar un torneo, para así mejorar y mejorar con cada vuelta.

Además, tal y como escribí hace poco, tienes que ser consciente de cómo te favorece o perjudica estar jugando en un determinado campo de golf, pero eso mejor ya lo lees en el otro artículo.

Juega en un campo que haga aflorar todo tu potencial y ya verás como consigues muy buenos resultados.


Quinto pecado capital: Jugar pensando en otras cosas en vez de pensar en el juego.

La de veces que he jugado con compañeros mientras están hablando de trabajo, de fútbol, de política o de temas conflictivos.

Pero a veces con conversaciones tan acaloradas que han llegado a los insultos y los enfados.

Soy consciente que hablar de ello mientras se juega, es una manera de “relajarse”, pero luego vienen inevitablemente los malos resultados.

Y la mayoría de las veces vienen como una gran sorpresa.

Pero tienes que tener en cuenta que si estás pensando en otra cosa que no sea golf, es imposible que te puedas concentrar bien y jugar bien a golf.

Es como remar una barca, si estás remando a la derecha, ¿qué esfuerzo extra tienes que hacer para cambiar de sentido a la izquierda? 

Pues con el golf es lo mismo, si estás pensando en política o en el trabajo, tu mente está concentrada en ello y no en cuál debería ser tu próximo golf para enviar la bola al green.

En este punto debes tener en cuenta lo importante que es el enfoque y la concentración para tu golf.

Si vas a jugar a golf, tienes que pensar, todo el tiempo, en golf.

Como te habrás dado cuenta, la solución a estos cinco pecados son muy sencillas:

– Primer pecado capital: Desconocer tu forma de jugar al golf. Solución: Sé siempre realista contigo mismo y si quieres mejorar, ya sabes que tienes que entrenar.

– Segundo pecado capital: Jugar en el campo sin haber entrenado. Solución: Las pruebas y experimentos se hacen en la zona de entrenamiento, siempre.

– Tercer pecado capital: Mantener descuidado tus bolas y palos de golf. Solución: Mantener las bolas y los palos de golf limpios evitará muchos malos golpes a causa de las suciedades.

– Cuarto pecado capital: Jugar en un campo de golf que te perjudica. Solución: Juega en un campo que haga aflorar todo tu potencial y ya verás como consigues muy buenos resultados.

– Quinto pecado capital: Jugar pensando en otras cosas en vez de pensar en el juego. Solución: Si vas a jugar a golf, tienes que pensar, todo el tiempo, en golf.

Y antes de terminar, quiero volver a mencionar que “cada 100 bolas que entrenes, 10 bolas jugarás bien”.  Me parece que más claro no se puede resumir y si recuerdas este mantra con frecuencia, ya verás como te sirve para motivarte a entrenar.

Y ahora te toca a ti, ¿sueles cometer alguno (por no decir todos) de estos pecados? O ¿además de estos cometes algún otro pecado cuando vas a jugar al golf?

Déjame un comentario y lo hablamos.

4 Comments

  1. Rodri Gómez Reply

    Hombre tanto como pecados no lo veo yo, pero de verdad que no se te ha escapado ninguno.

  2. Nunca lo había pensado de esa forma y tienes mucha razón, todos los jugadores comenten muchos de los pecados que comentas, habrá que pedir penitencia 😉

    • Hola John

      Muchas veces todos los jugadores, y yo me incluyo también, vamos a jugar al campo grande con demasiadas cosas en la cabeza y por ello vamos dejando pasar uno tras otro. Lo que sí he pretendido con este artículo es mencionarlo para que así más de uno lo recuerde la próxima vez que vaya a jugar y así lo pueda corregir.

      Un saludo

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