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El concepto de lujo hotelero cambia: más allá de la exclusividad, ahora prima la autenticidad, la personalización y la conexión con lo local.
Coco Chanel decía: «El lujo debe ser cómodo, de lo contrario, no es lujo». Hoy, esta afirmación cobra aún más sentido en la industria hotelera, donde el lujo ya no se mide solo en estrellas, sino en experiencias auténticas, personalizadas y conectadas con el destino. Javier Sancho, Chief Commercial & Marketing Officer de ACHM Hotels by Marriott, explica cómo ha cambiado la percepción del lujo y qué buscan los viajeros en la actualidad.
Un lujo que conecta con lo local
Los hoteles han experimentado una profunda transformación en los últimos años. Según Sancho, el lujo ya no se limita a la comodidad y la elegancia, sino que ahora se trata de ofrecer una experiencia que haga sentir al huésped parte del entorno. «El lujo de hoy está ligado a lo local, a la cultura del lugar y, sobre todo, a la autenticidad», señala.
En las propiedades de ACHM Hotels by Marriott, esta visión se materializa en establecimientos como el Palacio de Santa Paula en Granada, un convento del siglo XVI restaurado, o Querencia de Sevilla, donde el diseño andaluz impregna cada rincón. La marca apuesta por mantener la esencia de cada destino sin renunciar a los estándares de calidad más altos.

Una clientela más sofisticada y exigente
Hace una década, el lujo en la hotelería se definía por su exclusividad y servicios de alto nivel. Hoy, los viajeros buscan mucho más que un simple alojamiento: desean vivir experiencias únicas. «El cliente actual de lujo es mucho más sofisticado y demanda algo más que exclusividad. La sostenibilidad, la conexión con la cultura local, el bienestar y la gastronomía de autor son claves en su elección de destino», explica Sancho.
Marriott ha sabido diferenciarse combinando la fuerza de una marca global con la identidad de cada propiedad. Ejemplo de ello es el hotel Santo Mauro en Madrid o Hacienda Son Antem en Mallorca, donde se ofrecen estancias exclusivas con un fuerte arraigo cultural y gastronómico.
Personalización: la clave del lujo moderno
El concepto de lujo ha cambiado radicalmente, y uno de los factores más relevantes es la personalización de la experiencia del huésped. «Los clientes esperan que los hoteles no solo les ofrezcan comodidad, sino que anticipen sus necesidades. Desde la elección de la almohada en The Westin Madrid Cuzco hasta una experiencia gastronómica a medida en Santo Mauro, cada huésped tiene preferencias únicas y nuestra misión es adaptarnos a ellas», comenta Sancho.

El futuro del lujo hotelero
Mirando hacia adelante, Sancho prevé que el lujo en la hotelería evolucionará hacia una hiperpersonalización impulsada por la tecnología. Sin embargo, destaca que la tecnología no sustituirá el trato humano, fundamental en la creación de experiencias memorables. «Veremos una mayor demanda de hoteles boutique de lujo, donde la historia y la identidad local sean protagonistas», predice.
En línea con esta visión, ACHM Hotels by Marriott apuesta por experiencias más auténticas y sostenibles. Desde el uso de productos locales en la gastronomía hasta diseños que combinan estética y responsabilidad, la compañía busca ofrecer un lujo consciente y conectado con los valores de sus huéspedes.
Así, el lujo en la hotelería ya no se define solo por la opulencia, sino por la capacidad de crear experiencias que conecten emocionalmente con el cliente, respetando sus valores y dejando huella más allá de la estancia.