Tee Time Klever/PGA
Rory McIlroy y Shane Lowry no logran defender su título en el Zurich Classic tras una ronda final complicada.
No hubo cantos irlandeses este domingo por la noche en Nueva Orleans. Rory McIlroy y Shane Lowry, quienes defendían su título en el Zurich Classic, no lograron repetir la hazaña del año pasado y finalizaron empatados en el puesto 12, con un total de 22 bajo par.
La pareja irlandesa, que había mostrado solidez a lo largo del torneo, enfrentó dificultades en la última ronda de Foursomes. Solo lograron tres birdies y firmaron una tarjeta de 72 golpes, sin lograr el impulso necesario tras un retraso de más de una hora por mal clima.
McIlroy y Lowry comenzaron bien la jornada, con un score de 34 (-2) en los primeros nueve hoyos, pero la situación cambió drásticamente en el cierre. Tres bogeys en la segunda vuelta —incluyendo errores en los hoyos 13, 15 y 17— les costaron caro. En el hoyo 13, ambos realizaron tres putts desde apenas 8,5 metros. En el 15, un fallo desde el tee y un mal approach comprometieron su posición. Finalmente, en el 17, Lowry falló un putt clave de 3,6 metros para par.
“Simplemente no teníamos mucho impulso desde que reanudamos la actividad, y fue difícil conseguir algo”, admitió McIlroy tras la ronda, señalando el cambio en las condiciones de los greens después del retraso.
A pesar de los tropiezos, hubo momentos destacados, como un potente putt de águila de 30 pies embocado por McIlroy tras el parón meteorológico. Y aunque no defendieron su corona, McIlroy y Lowry mantuvieron el espíritu alegre, abrazándose en el green del 18 tras un birdie de Lowry desde el borde posterior.
El Zurich Classic marcó la primera aparición competitiva de McIlroy desde que conquistó el Masters y completó el Grand Slam de su carrera. Con la chaqueta verde ya en su haber, el norirlandés reconoció que su principal objetivo esta semana era disfrutar del golf junto a su gran amigo.
“Mientras sigamos divirtiéndonos, será la mejor manera de sacar lo mejor de nosotros mismos”, comentó McIlroy el sábado.
Lowry, por su parte, también destacó la experiencia: “Tuvimos una gran semana. Me alegra que mi compañero haya venido esta semana; lo pasamos genial y fue divertido”.
Aunque no sumaron otra victoria, los mejores amigos sellaron en Nueva Orleans un nuevo recuerdo compartido dentro y fuera del campo.
