TeeTime Klever/Forbes
La FTC busca que Meta venda Instagram y WhatsApp por prácticas anticompetitivas; Zuckerberg defiende las adquisiciones ante el tribunal.
Meta Platforms, el gigante tecnológico liderado por Mark Zuckerberg, enfrenta uno de los desafíos más importantes de su historia en los tribunales estadounidenses. Este lunes, el CEO subió al estrado en Washington en un juicio antimonopolio que podría redefinir el futuro de Instagram y WhatsApp, dos de las redes sociales más populares del mundo.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) alega que Meta gastó millas de millones de dólares hace una década para adquirir estas plataformas con el objetivo de eliminar a posibles competidores de Facebook . Ahora , el regulador busca que la empresa se reestructure o incluso venda ambas aplicaciones , con el fin de restaurar la competencia en el ecosistema digital estadounidense.
Alega que Meta gastó millas de millones de dólares hace una década para adquirir estas plataformas con el objetivo de eliminar a posibles competidores de Facebook. Ahora, el regulador busca que la empresa se reestructure o incluso venda ambas aplicaciones, con el fin de restaurar la competencia en el ecosistema digital estadounidense.
Esta demanda representa una amenaza existencial para Meta. Según estimaciones del sector, Instagram genera aproximadamente la mitad de los ingresos publicitarios de la compañía en Estados Unidos , lo que subraya la importancia estratégica de esta plataforma dentro del portafolio de Zuckerberg.
Vestido con traje oscuro y corbata azul claro, el fundador de Meta respondió con serenidad a los cuestionamientos, negando que las compras tuvieran motivaciones anticompetitivas. Argumentó que el propósito de las aplicaciones era ofrecer múltiples funciones, no solo conectar a familiares y amigos, sino también permitir el descubrimiento de nuevos contenidos, lo cual formaba parte de una visión más amplia para el crecimiento y evolución de las plataformas.
Este caso no solo pone a prueba la estructura empresarial de Meta, sino también la voluntad de las autoridades de cumplir con las promesas hechas desde la era Trump de regular el poder de las grandes tecnológicas . El desenlace del juicio podría sentar un precedente para el futuro de la regulación digital en Estados Unidos y en todo el mundo.
La batalla legal apenas comienza, pero su resultado podría redefinir el paisaje de las redes sociales tal como lo conocemos.
