Existen varios motivos por los que tras un buen impacto a la bola, ésta no logra alcanzar el vuelo y altura deseados.
Klever Tee Time / Redacción
La principal causa por la que se puede producir, no es otra, que liberamos demasiado temprano la posición de las manos y muñecas en el impacto, con relación a la cabeza del palo.
Debemos buscar que las manos pasen por delante de la bola antes de golpearla.
Existen varios motivos por los que tras un buen impacto a la bola, ésta no logra alcanzar el vuelo y altura deseados.
Aunque parezca lo contrario, pasando las manos por delante, transmitiremos más facilmente el cambio de peso al pie delantero y desgiraremos con más naturalidad.