TeeTime Klever/Forbes México
Explorar la Sierra Mixe de Oaxaca es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, la historia y la sabiduría ancestral.
Un viaje puede ser mucho más que un simple cambio de ubicación; puede llevarnos a visitar nuestro pasado, a explorar nuestra relación con la historia y a reconectar con aquello que, con el tiempo, hemos ido olvidando. Viajar puede ser una forma de reconciliarnos con nuestras raíces y nuestros orígenes, como descubrí en mi más reciente viaje a la maravillosa Sierra Mixe, en Oaxaca.
La vida moderna nos sumerge en una rutina acelerada, particularmente en las grandes ciudades, donde la introspección y la conexión con la naturaleza se ven relegadas. En esta vorágine de compromisos y planificación futura, muchas veces perdemos de vista la riqueza del presente y el legado de nuestros ancestros.
En los últimos años, se ha observado un creciente interés por recuperar el vínculo con la naturaleza y los conocimientos tradicionales. En este contexto, los viajes a entornos naturales y comunidades pueden representar una vía directa para esta reconexión. Desde rituales espirituales hasta experiencias inmersivas en la cultura local, cada viaje puede convertirse en un camino de redescubrimiento.

Recientemente, tuve la oportunidad de viajar a Oaxaca, una tierra rica en tradiciones, cultura y sabores inigualables. Aunque el mezcal y la gastronomía local siempre son una delicia, el propósito de este viaje iba más allá. Me adentré en la Sierra Mixe con Raíz Ayuuk, una operadora comunitaria que promueve experiencias responsables en las montañas del noreste del estado.
La Sierra Mixe es un destino poco explorado, pero lleno de tesoros naturales y culturales. Sus montañas resguardan bosques nublados, ríos caudalosos y una biodiversidad impresionante. Pero lo más valioso de esta región es su gente y la cultura mixe, que se ha mantenido viva gracias a la transmisión de conocimientos ancestrales a lo largo de generaciones.
El pueblo mixe ha sido el guardián de estas tierras, preservando sus costumbres, tradiciones y sabiduría. En este viaje, pude comprender la importancia de mantener nuestro vínculo con el pasado. La historia no solo nos permite conservar el territorio, sino que también nos enseña a vivir con mayor respeto y armonía.

Durante mi estancia, recorrí montañas sagradas, como el cerro Zempoaltépetl, un sitio de profundo significado espiritual para el pueblo mixe. También tuve la oportunidad de probar la cocina tradicional, cuyos sabores reflejan la autenticidad y el respeto por la tierra, y aprendí sobre las técnicas de producción textil, que han sido perfeccionadas a lo largo de siglos.
Este viaje con Raíz Ayuuk fue una experiencia transformadora. Me recordó que podemos disfrutar del presente y de la modernidad sin perder la sabiduría ancestral que nos define. La Sierra Mixe es un lugar para reconectar con nuestras raíces, valorar el conocimiento de las comunidades originarias y aprender a vivir en equilibrio con nuestro entorno. Si buscas una experiencia auténtica y enriquecedora, sin duda este es un destino que vale la pena descubrir.