Tee Time Klever/Forbes
Situado en la esquina del boulevard Raspail y la rue de Sèvres, el hotel Lutetia es, desde hace más de un siglo, emblema de la Rive Gauche, fiel reflejo del corazón cultural de París.
La fachada del hotel Lutetia luce esplendorosa al atardecer. La iluminación destaca los motivos que son una referencia a los viñedos que crecían en el terruño en la margen izquierda del río Sena, y también delinea las siluetas exteriores de la edificación que se alza con una distinción, incluso, más pronunciada que en los inicios de su historia enmarcada en la Belle Époque de París.
Esta impresión está vinculada con la sensible labor de restauración que realizó Jean-Michel Wilmotte, a iniciativa de The Set Collection. Es bien sabido que el arquitecto, urbanista y diseñador francés está comprometido con la valorización del patrimonio y, al mismo tiempo, orientado decididamente hacia el futuro.

Tal primicia se afirma en los interiores del único hotel de la Rive Gauche que posee el codiciado estatus de Palacio, otorgado por el Ministerio de Turismo francés. Con espacios que privilegian la entrada de luz natural, es fácil dejarse cautivar por vitrales, pinturas, frescos, mosaicos y esculturas, restauradas por ilustres artesanos, que son parte del encanto de un sitio que, desde su creación, forjó un prestigio intelectual al acoger a legendarios artistas y escritores.
Wilmotte prestó especial atención a los espacios públicos. Es imprescindible visitar el icónico bar que ha renacido como Joséphine, un vibrante homenaje a Joséphine Baker, quien frecuentaba el lugar. Aquí, el lujo se saborea con cocteles de champagne y aperitivos de caviar.
Además, ahí está la gloriosa Brasserie Lutetia, en donde, desde hace más de un siglo, parisinos y viajeros internacionales se dan cita para comer, degustar un buen vino y conversar. Los menús están firmados por el chef Patrick Charvet, un veterano de las cocinas con estrellas Michelin (Les Trois Marches en Versalles y Grand Véfour en París).
INSPIRACIONES CERCANAS
Los placeres dulces, en tanto, se satisfacen en el refulgente salón Saint Germain bajo un techo de cristal intervenido por el artista conceptual Fabrice Hyber. Los apasionados de la cultura del puro y los libros encuentran en el Bar Aristide un espacio ideal para reunirse, relajarse o, simplemente, complacer la mente y los sentidos.

Ello, luego de dar un paseo por el pletórico barrio de Saint-Germaindes-Prés, una verdadera joya de la “ribera izquierda” que brinda una mezcla única de historia, cultura y modernidad tan pronto se atraviesan las puertas del hotel que personifica fielmente ese espíritu.
A unos pasos se localiza el destino de compras fundado por la visionaria familia Boucicaut que incentivó la inauguración del Lutetia en 1910: Le Bon Marché Rive Gauche. Este recinto representa la apertura de los locales al mundo, el gusto por la cultura y una tradición constantemente renovada del lujo francés que se puede descubrir con una mirada distinta a través de una experiencia diseñada meticulosamente por el personal del hotel.
EL HOTEL LUTETIA CUENTA CON UNA COLECCIÓN DE EMOTIVOS ESPACIOS PARA REUNIRSE, CONSENTIRSE, REFLEXIONAR Y SENTIR EL ESPÍRITU DE SU LEGENDARIA UBICACIÓN
También vale la pena dar algunos pasos más para recrearse con la riqueza arquitectónica de la zona y visitar el primer museo de Francia abierto al público, inmerso en el frondoso Jardín de Luxemburgo. O bien, disfrutar de los paisajes de St. Germain en la comodidad de la Suite L’Atelier, que, inspirada en la belleza del barrio, ofrece dos terrazas bañadas de luz.
Hay que considerar la idea de aceptar una propuesta impregnada de romanticismo en la impresionante Suite Amour. Este dúplex ocupa el pináculo del Lutetia con vistas singulares a la Ciudad Luz desde su gruta centenaria de estilo Art Nouveau, justo frente a la Torre Eiffel.