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Tee Time Klever / Golf Monthly

Estos cuatro ejercicios con hierros, del entrenador Ged Walters, uno de los 50 mejores de Golf Monthly, te ayudarán a ser extremadamente preciso en la aproximación al green.

Desarrollar un swing de golf confiable con sus hierros es una de las formas más efectivas de reducir su handicap, pero no es fácil lograr un juego formidable con los hierros .

Los principios clave para los golpes de hierro son asegurarnos de que hacemos contacto con el suelo en el lugar correcto, que nuestro peso está hacia adelante (del lado del objetivo) y que podemos controlar la longitud del swing

En este video y artículo, el entrenador Top 50 de Golf Monthly, Ged Walters, comparte cuatro consejos y ejercicios expertos que lo ayudarán a dominar estos fundamentos y, a su vez, a golpear mejor la pelota con sus hierros.

1. Comprensión de los movimientos fundamentales

Para este ejercicio no necesitamos el palo de golf, ya que vamos a ir avanzando hacia un golpe completo. Comience con dos palos de alineación, pasando uno por las trabillas del cinturón en la parte delantera y colocando el otro sobre el pecho. A menudo, los golfistas aficionados subestiman el papel que desempeña el cuerpo a la hora de dictar cómo nos movemos.

En la posición inicial, adopte una distribución del peso de 60/40, favoreciendo el lado objetivo. Manteniendo una posición de cabeza estable, gire el cuerpo permitiendo que la cadera y los hombros traseros giren. A partir de ahí, sienta como su peso se mueve hacia adelante y luego gira hacia afuera. Esto le ayudará a comprender mejor los movimientos clave necesarios en el swing de golf.

(Crédito de la imagen: Paul Severn)

2. Ensayo

Podemos entonces comenzar a avanzar en los ejercicios introduciendo el palo de golf. Colóquese como se indicó anteriormente y utilice el mismo movimiento del cuerpo, pero evite introducir una pelota en esta etapa.

Puedes ensayar este movimiento con el palo en cualquier lugar, ya sea en el jardín o en el campo de prácticas, y es un excelente ejercicio de calentamiento antes de salir al campo. Cuanto más aprendas a memorizar este movimiento, más consistencia verás en tus golpes con hierros.

3. Muévete a través de los engranajes

La siguiente etapa es algo que me gusta llamar “pasar por las marchas”. La primera marcha sería un swing lento y suave, con el peso moviéndose hacia adelante y la cara del palo rozando el suelo durante el movimiento.

Queremos mantener el brazo adelantado extendido durante el impacto, manteniendo el radio del círculo y la estructura de los brazos. Una vez que dominemos esto, podemos pasar a la segunda marcha. Esto aumenta la velocidad del swing, hasta llegar a la cuarta marcha, que sería la velocidad del swing en el campo de golf.

(Crédito de la imagen: Paul Severn)

4. Paralelo a paralelo

Realice algunos golpes moviendo el brazo adelantado en paralelo al suelo durante el backswing hasta la misma posición en el otro lado (después del impacto). Esto se parece a un golpe de puño y es una excelente manera de concentrarse en su técnica en el campo de prácticas. Siga concentrándose en el papel del cuerpo, el peso que se mueve hacia adelante y la extensión del brazo durante el impacto.

Entonces, todo se trata de practicar y realizar golpes, utilizando la repetición para incorporar esos elementos a su swing normal. Si fue al campo de prácticas y practicó con un balde de pelotas, simplemente golpeando golpes paralelos y avanzando en las marchas, notará que su juego con los hierros se siente más controlado y produce mejores resultados en el campo.

TeeTimeKlever/ GQ

¿Tu rutina de ejercicio funciona? Si tu rutina no está bien construida, entonces te va a costar mucho más trabajo conseguir los objetivos por los que decidiste hacer ejercicio en primer lugar, y cuando no obtienes resultados, entonces puedes sentirte frustrado y con ganas de renunciar y dejar de sufrir por nada.

Y renunciar al ejercicio puede ser peor de lo que imaginas. Si no te mueves, tu cuerpo sufre las consecuencias, y tu mente también.

Todos necesitamos una buena rutina de ejercicio, incluso si no queremos músculos grandes o perder mucho peso. La ciencia dice que el ejercicio es esencial para que tengamos buena salud, pero también para que podamos llegar a viejos de mejor forma, para vivir más años, con mejor calidad de vida e incluso como una manera de proteger la salud mental.

Pero no solo hay que ir al gimnasio y subirnos a cada aparato que nos llame la atención, hay que hacer las cosas bien y hay que entender cuáles son esos elementos esenciales que aportan los mayores beneficios y que no deben faltar.

Rutina de ejercicio: los 5 elementos que necesita para ser efectiva

4 tipos de ejercicio esenciales

De acuerdo con el National Institute on Aging del NIH de Estados Unidos, las rutinas de ejercicio deben incluir 4 tipos principales de entrenamientos, que son el entrenamiento de resistencia y entrenamiento de fuerza, el entrenamiento aeróbico, el entrenamiento de flexibilidad y movilidad, y el entrenamiento de balance. Esto no solo va a ayudar a que tengas fuerza y una buena masa muscular, y a que quemes grasa, sino que te va a permitir envejecer mejor y mantenerte sano con el paso de los años.

Fuerza del core

Tu core está formado por los músculos del abdomen, el suelo pélvico, los oblicuos e incluso parte de la espalda y la Clínica Mayo dice que es importante trabajarlo como parte de una rutina eficiente, con ejercicios que usan el tronco sin soporte.

“La fuerza central es una parte clave de un programa de entrenamiento físico completo. Los ejercicios básicos ayudan a entrenar los músculos para sostener la columna en la espalda. Y ayudan a utilizar los músculos de la parte superior e inferior del cuerpo de forma más eficaz”, dice la clínica.

Una buena nutrición

Hacer ejercicio es muy importante y te va a ayudar a lograr muy buenos resultados, pero una buena rutina debe complementarse con una buena alimentación, entendiendo que lo que comes se convierte en combustible para tus músculos, te da energía e incluso es lo que va a ayudar a que bajes de peso y puedas aumentar tu masa muscular. Si no comes bien, no vas a ver los resultados que quieres.

Descanso y horas de sueño

El uso excesivo de tus músculos puede llevar a la fatiga, el sobreentrenamiento y las lesiones, es por esto que es importante respetar tus tiempos de descanso. Los expertos dicen que es importante no entrenar el mismo grupo muscular dos veces seguidas, ya que eso no les permite descansar.

Por otro lado, también hay que tener suficientes horas de sueño, para permitir que tu cuerpo se repare y que tus niveles de energía se mantengan estables durante el día. Dormir bien también es muy importante para el cerebro.

Constancia

Hacer ejercicio de forma esporádica y poco constante puede darte algunos resultados, pero no van a ser los mejores. Hay que ser constantes y disciplinados, lo que significa seguir la rutina de manera correcta e intentar hacer ejercicio al menos 3 o 4 veces por semana, ya que esto es lo que va a ayudar a mejorar la salud, la condición física y a conseguir resultados de forma más rápida (y a no perderlos después).

TeeTimeKlever/ Esquire

Para perder peso, no es necesario dejar de comer ni someterse a regímenes de ejercicio extremos. Según los expertos, el peso de una persona se rige por las leyes de la física: lo que ingerimos y lo que gastamos determinan nuestro peso.

La clave está en lograr un déficit calórico, pero esto no es simplemente comer menos y moverse más; es fundamental saber qué comer y qué tipo de ejercicio realizar. Aquí es donde entra en juego el metabolismo basal.

Cómo activar tu metabolismo para quemar más calorías y perder peso

El metabolismo basal (TMB) es la cantidad mínima de energía que el cuerpo necesita para mantener sus funciones vitales en reposo. Este consumo energético representa alrededor del 70% de las calorías que quemamos diariamente.

Sin embargo, la tasa metabólica puede variar debido a factores genéticos y otras influencias. Afortunadamente, hay maneras de aumentar nuestra TMB y, por ende, quemar más calorías incluso en reposo.

Factores que afectan el metabolismo

Existen varios factores que influyen en la TMB:

  1. Edad: A medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza.
  2. Tamaño Corporal: Cuerpos más grandes requieren más energía.
  3. Género: Los hombres tienden a tener un metabolismo más rápido que las mujeres.
  4. Composición Corporal: Más músculo equivale a un mayor consumo energético.
  5. Factores Ambientales: El frío y el calor extremos pueden activar el metabolismo.

Dado que no podemos controlar la mayoría de estos factores, es mejor enfocarse en aquellos que sí podemos modificar, especialmente la composición corporal.

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Cómo acelerar tu metabolismo

Implementar pequeños cambios en tu rutina diaria puede tener un gran impacto en tu metabolismo y ayudarte a perder peso de manera más eficiente.

  1. Evita el sedentarismo. La falta de actividad física está relacionada con un aumento de la masa grasa y un metabolismo más lento. Mantenerse activo durante el día, incluso con movimientos pequeños e involuntarios, puede aumentar significativamente el gasto calórico. Esto se conoce como termogénesis de la actividad no relacionada con el ejercicio (NEAT). Las personas más inquietas pueden quemar hasta 350 calorías adicionales al día gracias a NEAT.
  2. Aumenta el consumo de proteínas. Comer requiere energía para digerir y procesar los alimentos, un fenómeno conocido como el efecto térmico de los alimentos. Las proteínas son los macronutrientes que más energía requieren para ser digeridos. Además, ayudan a construir músculo, que a su vez quema más calorías que otros tejidos. Los expertos, explican que levantar pesas y aumentar la masa muscular es crucial para acelerar el metabolismo.
  3. Apuesta por el ejercicio de fuerza. Los expertos, destacan que la masa muscular está directamente relacionada con una mayor tasa metabólica en reposo. Los ejercicios de fuerza no solo consumen energía durante su realización, sino que también aumentan el gasto calórico mientras el cuerpo se recupera, quemando grasa acumulada.

Aunque el metabolismo juega un papel crucial en la pérdida de peso, no es el único factor. Una dieta equilibrada y un régimen de ejercicio regular, que incluya tanto ejercicios de fuerza como cardiovasculares, son esenciales para lograr y mantener un déficit calórico.

TeeTimeKlever/ Esquire

Con el paso de los años, nuestro cuerpo cambia y, con ello, nuestras necesidades de ejercicio. Es común asociar la edad avanzada con actividades más suaves y enfocadas en la salud cardiorrespiratoria, como caminar.

Sin embargo, incluso después de los 50, las opciones para mantenernos en forma son variadas y, sorprendentemente, el entrenamiento de fuerza se presenta como una de las mejores elecciones.

Entrenamiento de fuerza vs. cardio: La guía definitiva para mayores de 50

El National Institute of Aging (NIA) de Estados Unidos destaca que no es necesario levantar grandes cantidades de peso para obtener beneficios significativos del entrenamiento de fuerza. A partir de los 50, estos ejercicios se vuelven críticos para mantener nuestra independencia y capacidad de realizar actividades cotidianas.

La pérdida muscular, también conocida como sarcopenia, es un problema creciente a medida que envejecemos. Se estima que a partir de los 70 años, alrededor del 30% de los adultos comienzan a experimentar dificultades con tareas simples como caminar o subir escaleras.

El deterioro muscular es inevitable con la edad, pero puede ser mitigado a través del ejercicio de fuerza. Incorporar ejercicios adecuados en nuestras rutinas diarias puede hacer una gran diferencia en nuestra calidad de vida y movilidad.

Cómo empezar con el entrenamiento de fuerza

Los expertos señalan que es fundamental ajustar nuestras expectativas y ser cautelosos al iniciar un régimen de fuerza. Actividades como el tai chi y el yoga no solo mejoran la fuerza, sino también el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.

Roger Fielding, de la Tufts University, recomienda fijar objetivos realistas. Mientras que 150 minutos de ejercicio a la semana es una meta excelente, beneficios significativos pueden observarse con menos tiempo, siempre y cuando se mantenga la constancia. Además, hacer del ejercicio una actividad divertida puede mejorar la adherencia a largo plazo.

El papel del cardio

El cardio también juega un papel crucial en la salud a partir de los 50. Ejercicios como la natación, el running y el baile no solo son efectivos, sino que también pueden ser entretenidos. Los expertos nos explican que nuestra frecuencia cardiaca máxima disminuye con la edad, lo que afecta el flujo sanguíneo.

El ejercicio cardiovascular puede ayudar a recuperar parte de esa capacidad, mejorando la circulación de oxígeno y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
La Fundación Británica del Corazón recomienda incorporar actividades grupales para mantener la motivación y fijar metas alcanzables.

Según Isaac Zuñiga, modelos y entrenador fitness, un programa de ejercicio completo debe incluir ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza y estiramientos para mantener la flexibilidad y la salud de las articulaciones. Un tipo de ejercicio no excluye al otro. Zuñiga, sugiere que consiste en añadir un chaleco con peso a nuestras caminatas— como una forma sencilla de combinar el cardio con el entrenamiento de fuerza.

TeeTimeKlever/ GQ

Así como entrenas con pesas y no fallas con el cardio, también es importante hacer ejercicios de movilidad, que son esenciales para que puedas envejecer mejor, y más lento, y para que puedas mantenerte activo, en forma y sin dolores con el paso de los años, y vale la pena empezar antes de que te sientas viejo.

De hecho, se recomienda que todas las personas de 40 años o más integren la movilidad a su rutina de entrenamiento diaria, para complementar el resto de los ejercicios que ya se hacen, independientemente de las metas de fitness que se tengan. Pero, como con muchas cosas buenas, nunca es demasiado pronto para empezar.

Algunas personas creen que dejamos de movernos y comenzamos a tener dolores porque envejecemos, pero hay todo tipo de expertos que dicen que es al revés y que el deterioro físico incluso se puede acelerar cuando nos volvemos menos activos. La actividad física es una de las mejores herramientas para la longevidad.

“A medida que envejecemos, perdemos la capacidad de acceder a todos los rangos de movimiento sin dolor ni compensación”, dijo a Healthline el fisioterapeuta Grayson Wickham. Esto quiere decir que, si queremos mantener nuestras capacidades, seguir en buena forma, tener fuerza, resistencia y hasta músculos definidos, no debemos descuidar el tema del ejercicio, y no debemos ignorar el hecho de que hay distintos tipos que son esenciales.

¿Y por qué hay que incluir ejercicios de movilidad para vivir más años y de mejor forma? “Es lo que nos permite realizar nuestras tareas diarias como lavar la ropa, jugar con el perro y hacer ejercicio sin dolor ni restricciones”, dice Wickham. “La movilidad es esencial para nuestra calidad de vida a medida que envejecemos”.

5 ejercicios de movilidad para envejecer de mejor forma

Squats

“Como ejercicio dinámico de entrenamiento de fuerza, las sentadillas requieren que varios músculos de la parte superior e inferior del cuerpo trabajen juntos simultáneamente. Muchos de estos músculos te ayudan a realizar tareas diarias como caminar, subir escaleras, agacharse o transportar cargas pesadas.

También te ayudan a realizar actividades relacionadas con el deporte. Agregar sentadillas a tus entrenamientos puede ayudarte a mejorar tu rendimiento en el ejercicio, disminuir el riesgo de lesiones y mantenerte en movimiento más fácilmente durante el día. Pero estos son sólo algunos de los beneficios”, dice Healthline.

La ventaja de las sentadillas es que hay muchos tipos distintos que puedes hacer, desde las profundas, hasta las sentadillas sumo, donde no solo vas a trabajar tus piernas, sino también tu core e incluso los brazos al agregar mancuernas.

Círculos de brazos, bomberos, caderas y tobillos

Este ejercicio consiste en hacer movimientos circulares con diferentes partes del cuerpo a la vez, lo que ayuda a liberar tensión y a calentar los músculos para que puedas entrenar mejor, paro también es un ejercicio que te ayuda a mover esos músculos con un rango de movimiento completo, para que puedas mantener ese rango con el paso del tiempo.

Simplemente debes realizar círculos pequeños y grandes con cada parte del cuerpo, primero hacia una dirección y después al lado contrario, y unos pocos minutos de estos ejercicios pueden ser una gran forma de empezar el día o de prepararte para tu workout.

Yoga

La ventaja del yoga es que rebajas en elementos como la fuerza, la estabilidad, el balance y la flexibilidad, que son elementos importantes que ayudan a mantener tu movilidad, además de que también puede ayudar a reducir dolores de espalda y de otras partes del cuerpo.

Es importante que comiences con ejercicios para principiantes y que vayas aumentando la dificultad poco a poco, la idea es que vayas ganando esa flexibilidad y mejorando tu movilidad progresivamente, ya sea con una clase o siguiendo videos en los que puedas tener una buena sucesión de ejercicios.

Ejercicios de estiramiento

Hay que estirar todos los músculos del cuerpo y hay que hacerlo a diario, aunque no tiene que ser nada intento o extremo. Lo que se recomienda es que, si haces pesas, estires los músculos que vas a entrenar ese día, o que tengas unos minutos de estiramiento después de pasar todo el día sentado en la oficina.

Cuando estiras, obtienes beneficios como mejorar la flexibilidad, mejorar tu rango de movimiento, mejorar tu desempeño con otros ejercicios o tipos de entrenamiento, mejorar el flujo de sangre a los músculos, corriges tu postura, prevenir dolores, liberas estrés y liberas tensión, según explica Healthline.

Entrenamiento de pesas

“Desarrollar y mantener la fuerza muscular es crucial para apoyar las articulaciones y la movilidad general”, dice Core 3 Physical Therapy.

Técnicamente, las pesas no son un ejercicio de movilidad, pero es un entrenamiento esencial para mantener la fuerza, fortalecer tus huesos y para mantener la movilidad con el paso del tiempo. Los expertos dicen que hay que agregar entrenamiento de fuerza al menos 2 o 3 veces por semana.

El ejercicio, una adecuada alimentación y el control del estrés son esenciales para mantener un sistema inmune fuerte pese al envejecimiento.

Klever Tee Time / Redación

Cumplir años conlleva una pérdida de efectividad del sistema inmunitario “paulatina pero inexorable” similar a la que ocurre en otros sistemas de nuestro organismo. “A partir de los 40 años perdemos efectividad inmunitaria y a partir de los 60 estos procesos se aceleran. Es algo fisiológico que, en mayor o menor medida, sucede a todo el mundo”, argumenta la dietista-nutricionista Lucía Bultó, que señala que este proceso de pérdida de defensas “nos hace más vulnerables frente a algunas enfermedades infecciosas e inflamatorias”.

Para Bultó, conocer este aspecto tiene una “gran importancia” para nuestra salud presente y futura, ya que es el primer paso para poder actuar y, si bien no revertir el proceso, sí al menos ralentizarlo y minimizar su impacto. “Tenemos que ser conscientes que nuestro futuro depende, en gran parte, de cómo nos hayamos cuidado”, añade.

En ese sentido, tenemos a nuestra disposición determinadas herramientas para mantener en forma nuestras defensas a medida que envejecemos. La alimentación es una de ellas. “La alimentación siempre es clave para el buen funcionamiento de nuestro organismo y cuando nos vamos haciendo mayores y somos más vulnerables, lo es aún más”, afirma Bultó, que recomienda que la alimentación de las personas mayores sea “completa, adaptada e individualizada” según las necesidades particulares de cada cual, aunque de base debe ser “una dieta equilibrada y variada, con un aporte de proteínas y de energía adecuados, así como con una ingesta de cinco raciones entre fruta y verdura al día que aporten vitaminasminerales esenciales y antioxidantes”.

Control del estrés

La dietista-nutricionista señala también la importancia de controlar el estrés. “Está comprobado que un estrés descontrolado aumenta también el estrés oxidativo, produce una bajada de defensas y acelera el envejecimiento”, expone Bultó, que recomienda dedicar diariamente unos minutos “a la reflexión y la meditación”, dos prácticas que, en su opinión, puede ayudar “mucho” a controlar los procesos de angustia, agobio y falta de control mental

Carmen Lozano Estevan, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), por su parte, destaca la importancia del ejercicio físico. “La alimentación por sí sola ayuda, pero es fundamental mantener un estilo de vida saludable y realizar ejercicio físico leve o moderado, ya que es una de las mejores estrategias para mantener en forma el sistema inmune y ralentizar su envejecimiento”, afirma

El apoyo de la nutrición celular

En los últimos años ha ganado peso el concepto de nutrición optimizada y, dentro de él, el de nutrición celular, que como define Bultó “va enfocada a suministrar a las células aquellas sustancias que van a ayudar a protegerlas frente el deterioro”. Gracias a este tipo de nutrición, añade la dietista-nutricionista, “las funciones celulares, entre ellas las del sistema inmunitario, se van a mantener activas y van a ser más efectivas frente a posibles agresiones, lo que se traducirá en una mejor salud y una mayor independencia”.

En ese sentido, en los últimos años han ganado fuerza los suplementos que ayudan a la regeneración del glutatión, un antioxidante celular fundamental para la salud celular y para la capacidad de nuestro sistema inmunológico para combatir las sustancias extrañas dañinas. No en vano, prácticamente todas las células vivas del cuerpo dependen de la naturaleza protectora y desintoxicante del glutatión para limpiar y eliminar los radicales libres resultantes de la actividad metabólica y de la exposición a agentes externos como las radiaciones UV o los agentes contaminantes. 

Alimentos con glutatión

“El glutatión es un antioxidante potente que generamos de forma natural en el organismo, pero que también es aportado por la dieta”, afirma Lozano Estevan. En ese último sentido, la vocal del COFM recomienda centrar la dieta en alimentos que contengan glutatión, vitaminas (A, E, C), minerales (seleniozinc) y omega 3 “en cantidad suficiente para que nuestro sistema inmune esté fortalecido”. Las espinacas, la sandía, el pomelo, los espárragos, el aguacate, las fresas, la calabaza, el brócoli, la coliflor, las nueces, el ajo y los tomates son, según la farmacéutica, algunos de los alimentos que contienen un nivel más elevado de glutatión por porción.

No obstante, Lozano Estevan reconoce que, a veces, hay personas que “necesitan suplementos ya que las reservas de glutatión se ven disminuidas por factores ambientales y de estrés”. Una opinión que comparte Bultó, que sostiene que este tipo de suplementos “siempre son una garantía” para aquellas personas que, por desconocimiento, dificultad de acceso o incapacidad, no llegan a cubrir las necesidades específicas, sobre todo de antioxidantes. “Además, ahora sabemos que con la edad disminuye la síntesis intracelular de glutatión, por lo que podemos intervenir con la administración oral de sus tres aminoácidos precursores (glutamato, cisteína y glicina)”, añade.

Lozano Estevan reconoce, por último, que este tipo de suplementos son muy demandados en las oficinas de farmacia, pero recuerda que con la administración del suplemento solo se soluciona una parte del problema. “Además debemos recomendar la adopción de unos hábitos de vida saludable, la realización de ejercicio físico constante y la adopción de una alimentación equilibrada y variada, ya que éstos tres factores son el trinomio ideal para mantener un sistema inmunitario fuerte”, concluye