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Generación Z

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TeeTime Klever / Expansión

La llamada generación Z sea quizá la primera que nunca compre un auto con motor de combustión interna. Los nacidos entre 1997 y 2012, y que ahora tienen entre 11 y 26 años, se están convirtiendo en los principales impulsores de una transición hacia un futuro más limpio y sostenible.

El aumento de las temperaturas y el crecimiento de la población en las ciudades han llevado a los gobiernos de diversos países a implementar restricciones más estrictas con el fin de reducir las emisiones de CO2.

En este contexto, la transición hacia vehículos eléctricos ha emergido como una solución, con China a la cabeza, que representó alrededor del 60% de las ventas mundiales de automóviles eléctricos en 2022, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

Más de la mitad de los autos eléctricos en las carreteras de todo el mundo ahora están en China y el país ya superó su objetivo para 2025 en ventas de vehículos de nueva energía.

Durante los últimos 40 años, China experimentó una rápida urbanización como consecuencia de sus políticas industriales y el crecimiento demográfico, lo que si bien, lo ha llevado a ser la segunda potencia económica en el mundo, pero en el camino, los elevados niveles de contaminación y los congestionamientos por tráfico no se hicieron esperar.

“Estamos viviendo temperaturas nunca antes vistas, lo que sí nos pone en alerta en cuanto a lo que estamos haciendo con el medio ambiente. Yo creo que usaré bicicleta toda mi vida, pero si tengo que comprarme un coche, sin duda alguna me iría por un eléctrico”, menciona Shahagua Quotzi, una joven de 26 años que trabaja como videasta.

Durante junio, China activó más de 180 alertas por temperaturas extremas, lo cual ha influido también en que las nuevas generaciones se inclinen más por la compra de un auto eléctrico antes que por la de uno a combustión interna.

Incluso la generación anterior a la Z, la de los llamados millennials, está migrando rápidamente hacia los vehículos eléctricos impulsando las ventas de este tipo de unidades en China.

Según la Asociación del Automóvil de China (CAAM), BYD matriculó 1 millón 853 mil 494 automóviles de tecnologías alternativas en 2022, lo que representa un aumento del 211% en comparación con 2021, la mayor alza reportada por todas las compañías que comparten sus datos con dicho organismo. Esto incluye a Tesla, que también tiene una significativa presencia en esa parte del mundo.

La transición hacia los eléctricos no es algo que se logre en uno, en dos ni en cinco años: implica un cambio profundo en tecnologías, esquemas de producción y, sobre todo, en los hábitos de consumo y preferencias.

En 2016, China también tomó medidas para promover esquemas de movilidad más sostenibles al implementar la matriculación “verde” de vehículos eléctricos. Esta iniciativa consistió en asignar placas de color verde a los autos eléctricos, mientras que los vehículos que funcionan con gasolina mantuvieron sus placas azules.

Además de este cambio en la matriculación, se otorgaron estímulos directos al mercado, como la exención de impuestos para los vehículos eléctricos.

Recientemente, a fines de junio de este año, el Ministerio de Finanzas de China anunció un paquete fiscal significativo para impulsar la adopción de vehículos de nueva tecnología en los años 2024 y 2025. Los compradores de estos vehículos quedarán exentos de impuestos por un monto de compra de hasta 30 mil yuanes, equivalente a 4 mil 170 dólares. Esta medida se mantendrá en 2026 y 2027, pero se limitará a un descuento de 15 mil yuanes.

El paquete fiscal fue catalogado por los medios nacionales como el mayor incentivo del gobierno chino hacia la industria de los vehículos eléctricos a la fecha.

TeeTime Klever / Fast Company

Los empleadores tienen motivos de preocupación cuando se trata de que los trabajadores de la Generación Z se queden, sugiere un nuevo informe del Foro Oliver Wyman.

Entre otras cosas que rodean a la Generación Z, el informe profundiza en las opiniones de la generación trabajadora más joven sobre el empleo y lo que buscan obtener de él.

Uno de los datos más interesantes extraídos del informe es que, si bien los encuestados de la Generación Z se ven a sí mismos como leales a su empleador (un 70 % lo hace), esos empleados leales de la Generación Z, sin embargo, “siguen buscando nuevos trabajos de forma activa o pasiva”.

Esta incongruencia puede explicarse por otro hallazgo en el informe. Más que las generaciones millennial y Gen X anteriores, la Generación Z considera que el empleo es de naturaleza transaccional.

Ven el trabajo de manera muy pragmática, como un medio para un fin, algo que pueden hacer para ganar dinero y poder disfrutar de su vida fuera de la oficina. En otras palabras, la Generación Z encuentra significado no en sus carreras sino en sus pasiones cotidianas.

Esta forma de pensar está impulsada en gran medida por los efectos de la pandemia y la creciente deuda de un trabajador promedio.

Como señala el informe: “La resistencia (de la Generación Z) al status quo lleva una década o más en desarrollo y fue acelerada por la pandemia. Vieron a sus hermanos luchar con la deuda estudiantil y a sus padres trabajar como esclavos antes de ser despedidos, y tienen menos deseos de ser otro engranaje en la máquina”.

Pero, ¿qué significa eso para los empleadores que necesitan retener a los trabajadores de la Generación Z, especialmente a medida que se convierten en la población en edad laboral más grande en los próximos años?

El informe señala que las ventajas de la oficina, como paredes rocosas y Xboxes, no son suficientes para la Generación Z, que “quiere fichar entrada y salida, y no está interesada en charlas triviales o confraternizar con compañeros de trabajo con cervezas”.

En cambio, los beneficios que busca Gen Z incluyen flexibilidad y autonomía con una buena cantidad de equilibrio entre el trabajo y la vida.

El informe también revela que el 45 % de los encuestados de la Generación Z tiene un trabajo secundario y un 85 % prefiere entornos de trabajo híbridos o remotos.

Otro hallazgo que muestra cuánto contrasta la Generación Z con las generaciones anteriores es su perspectiva sobre la jubilación.

La edad ideal a la que le gustaría jubilarse a un Gen Zer es a los 54 años, y la edad promedio a la que esperan jubilarse es a los 60 años. Sin embargo, se espera que la edad de jubilación de los estadounidenses para la década de 2040 sea de al menos 70 años, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. .

Los hallazgos del Oliver Wyman Forum se recopilaron a partir de encuestas mensuales de consumidores de 150 000 personas en 10 países durante un período de dos años. Para los hallazgos de la Generación Z, el foro se centró en los encuestados de la Generación Z de los Estados Unidos y el Reino Unido.