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Inflación

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TeeTime Klever / Expansión

Los consumidores mexicanos no son ajenos a las alzas de precios, pero las cajas registradoras de los supermercados no dejan de abrirse.

En México, las ventas de las unidades de Walmart con más de un año de operación, conocidas como mismas tiendas, crecieron 10.2%, mientras que las consolidadas, es decir, las que se inauguraron en el último año, se elevaron 11.4%.

La Comer creció sus ventas mismas tiendas 9.2%, mientras que las consolidadas aumentaron 15.7%, en su comparación anual.

En tanto, las ventas consolidadas de Chedraui aumentaron 16% y las de Soriana 6.9%, las empresas no detallaron el avance de sus ventas mismas tiendas en su último reporte financiero.

Los especialistas consultados prevén que la tendencia positiva que las empresas registraron en 2022, continúe durante este año. “Viene nuevamente una temporada de reportes positiva, en donde no se notó la presión inflacionaria y el consumo se mantuvo”, dice Marisol Huerta, analista bursátil.

Ajustes en los carritos

Los compradores viven cambios en su entorno, y, tras la pandemia, al regresar a las tiendas se encontraron con que la presión inflacionaria. “Es un efecto latigazo. El consumidor dejó de preocuparse por su salud, para salir a preocuparse por su entorno económico, como sus ingresos”, dice Carlos Martínez, office head de México y Centroamérica de Bain & Company.

Ahora, añade Jorge Senties, especialista en mercado de consumo, los consumidores toman decisiones de compra más informadas, pero con los precios altos. El consumo se enfoca en productos esenciales y, aunque las personas no cambia las marcas o productos en los que perciben un mayor valor de mercado, en aquellos básicos sí pueden optar por cambiar a alguno de menor precio.

“El consumidor cambió de hace tres años a hoy. Ya es muy diferente y eso también se vincula con la forma en cómo ha cambiado las cotidianidades de la vida con la nueva normalidad”, dice. “Se está dando un regreso balanceado al consumo entre productos y experiencias, es lo que busca la generación Z”, dice.

El crecimiento de las marcas propias

Con la priorización del gasto, las compras de supermercado por delivery fue una de las tendencias que apagaron su furor, de acuerdo con el especialista.

Ahora, los compradores prefieren ir al piso de ventas, que a su vez, los ha llevado a ver a las marcas propias como una opción para ahorrar, sobre todo en los productos básicos, como arroz, frijol o papel higiénico.

Las marcas propias, que tienen una participación cercana al 15% en las ventas de las cadenas, van a mantener su dinamismo y aún tienen espacio para crecer, aunque es posible que tengan una desaceleración conforme se recupere la economía de las familias.

“Las marcas blancas aún no están tan desarrolladas, su penetración es baja y, aunque probablemente tenga una desaceleración, su ganancia se va a quedar”, dice Carlos Martínez. “Hay una expectativa de recuperación económica, es lo que el consumidor cree que va a pasar, y este sentimiento de recortar el gasto es temporal más que coyuntural”, concluye.

TeeTime Klever / Forbes México

Ante diversos factores que provocan el aumento de la inflación en todo el mundo, turistas modifican su forma de viajar y buscan recortar sus gastos de viajes.

En el marco del Tianguis Turístico 2023, Mario Molina, senior regional partner manager de Cloudbeds, mencionó que lo anterior es un signo positivo, pues las personas no están dejando de viajar, sino están buscando viajes menos costosos; eso a pesar de las incertidumbres económicas que se viven en todo el mundo.

Asimismo, comentó que Cloudbeds, un sistema de gestión de propiedades hoteleras, realizó un Informe sobre el estado del alojamiento independiente y encontraron cinco tendencias que determinan el panorama de los viajes para este 2023, entre ellas el recorte de gastos.

“Otra es la búsqueda de viajes por valor y no el valor económico, porque la inflación y recesión está siendo un tema que impacta, pero la parte de los viajes tiene un rumbo muy optimista este año, que es lo que vemos en tendencia; sin embargo, lo que se está adaptando es la forma del viaje.”, mencionó Molina.

“Si tenemos un viajero que a lo mejor pensaba gastar en un crucero, a lo mejor este año dicen ‘bueno, no voy a viajar en este crucero, pero me voy a una playa’. Lo que está cambiando es que se está adaptando al costo y a los niveles de costo”, explicó.

En el Tianguis Turístico de la Ciudad de México, Molina mencionó que pese a las incertidumbre económica que se vive en el mundo, la industria de viajes “vive un buen momento”, ya que las personas siguen viajando.

“El viajero va a estar ahí, ¿pero tienes la tecnología para captar? ¿Estás mostrando tu hotel correctamente? Porque el viajero no lo va a dejar de hacer, está ansioso por viajar, lo que va a cambiar es la forma en como está viajando. A lo mejor me afectó un poco la inflación, en vez de irme al viaje que tenía como primera opción, me voy a mi segunda opción por temas de costos, de flexibilidad, por temas de qué me conviene más, pero no se esta parando la idea de viajar”, señaló.

El documento retoma una encuesta de Skift, en la cual se menciona que el 34% de los estadounidenses prevé recortar su gastos en viajes en 2023 por los elevados precios de los productos de viaje.

Para algunas personas, esto puede implicar realizar viajes más cortos, viajar en temporada baja o en mitad de la semana, o bien elegir un alojamiento o tipo de habitación más económicos.

También señala que en agosto pasado, Google observó que las búsquedas de hostales y hoteles baratos había crecido un 300% a nivel mundial con respecto al año anterior.

Sin embargo, enfatiza que Google advertía que los viajeros aún no están preparados para renunciar a “pequeños lujos” y buscan experiencias de calidad a buen precio.

Otras tendencias de los turistas

Mario Molina, directivo de Cloudbeds, comentó otras tendencias que se mencionan en el informe: una es que se ve la adopción digital en la hotelería para poder mejorar la experiencia del cliente.

“Notamos que los hoteles están preocupados en cómo mejorar su experiencia, porque los viajeros están en todas las plataformas -que ahora se utilizan para reservar y comunicarse-, pues el hotelero si no tiene esas tecnologías está perdiendo huéspedes. Al viajero lo que le interesa es mejorar la experiencia de su viaje que va desde que busca hotel, reserva, se queda y después de la reserva, cómo es esa interacción”, señaló.

Contó que para este reporte de tendencias de viaje se analizaron mil 400 propiedades, más de 7 millones de reservas y fueron divididas en cuatro regiones: Norteamérica (Estados Unidos y Canadá); Latinoamérica (donde se incluye a México), Europa y Asia.

“En este reporte recolectamos cientos de información a través de reservas para ver los pronósticos y las tendencias de este año”, explicó Molina.

TeeTime Klever / Redacción

A nivel global, al igual que en México, el 21% de los encuestados han notado un incremento en el costo de las materias primas, sin embargo, este sentimiento es mayor en países como Argentina con 48%, Brasil con 31% e incluso Estados unidos con un 25%, mientras que en Canadá el impacto ha sido menor, cono solo 18%.

El incremento en costos ha impactado de forma diferente a las industrias y sectores de nuestro país. Los resultados de esta investigación muestran que 49% de los empresarios en México han notado incrementos generales entre 1% y 10%, el 21% mencionan que sus incrementos han sido entre 11% y 20%, mientras que para el 5% de los encuestados perciben que sus costos han incrementado entre 31% y 50%.

Foto: Archivo

Ante los efectos de la inflación, los empresarios toman diferentes medidas para replantear su estrategia de costos. En México, la gran mayoría de los empresarios, 68%, han optado por incrementar los precios de venta al mismo ritmo que se incrementan sus costos de producción, el 17% de los empresarios planea incrementar sus precios de venta por encima del aumento en costos y solo el 15% aumentará sus precios de venta por debajo del incremento en costos.

Son varias las acciones que están tomando o planean tomar las empresas en el país para enfrentar los efectos de la inflación, destacando entre ellas hacer más eficiente los procesos internos y reducir los desperdicios, donde a nivel internacional 37% de los empresarios coincidieron mientras que en México fue del 38% como puede verse en la siguiente tabla:

Foto: Archivo

Para Mauricio Brizuela, Socio director en Salles Sainz Grant Thornton, “El sentimiento sobre la inflación cambió rápidamente desde principios de 2022 pasando de ser un problema transitorio, predominantemente de la cadena de suministro y la liberación de la demanda reprimida, a un problema de escala global con implicaciones para todas las industrias y que podría ser de larga duración. Ante este escenario es de suma importancia que los empresarios tomen medidas para mitigar los efectos anticipando el impacto en sus planes de negocios y también se hace relevante que se asesoren de manera correcta”.

TeeTime Klever/Expansión

Para asegurar no solo la sobrevivencia, sino también su expansión, las empresas deben tratar de anticiparse a los factores que representen un riesgo para sus operaciones.

En lo que va del año, los conflictos geopolíticos y la situación económica mundial ha encendido la alarma de las principales compañías de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Un análisis realizado por Expansión -entre las 30 compañías, sin contar grupos financieros, que integran al principal índice de la Bolsa, el S&P/IPC BMV,- reveló que entre las principales inquietudes se encuentran el entorno económico, el covid-19, la inflación, la política monetaria y el conflicto entre Ucrania y Rusia.

“Esto conduce a la necesidad de identificar y gestionar riesgos como un elemento clave del negocio al ser el detonador de estrategias eficientes. Aquellas compañías que, de manera proactiva, cuentan con un programa de este tipo estarían mejor preparadas para librar los efectos de acontecimientos de alto impacto”, señala KPMG en su estudio ‘Riesgos en México 2022. Anticipando rutas de crecimiento’.

Algunas de estas preocupaciones ya comienzan a materializarse en las ganancias de las empresas.

Por ejemplo, Álvaro Fernández, director general del conglomerado Alfa, señaló en el reporte financiero de la empresa del segundo trimestre que “el flujo de Sigma Europa aumentó 20% con respecto al trimestre anterior, gracias a las medidas de eficiencia operativa y de precios, para mitigar las presiones inflacionarias. Por otro lado, el retraso de proyectos por la escasez mundial de semiconductores, menores ventas al sector gobierno y menores ingresos de un cliente mayorista continuaron afectando los resultados de Axtel”, mencionó en el reporte financiero.

Armando Torrado, director general de Alsea comentó en sus resultados que pese a las buenas ventas durante el trimestre, estos resultados se dieron en medio de retos en la cadena de suministro, las presiones inflacionarias y los cambios en hábitos de consumo.

“Continuamos aprovechando nuestro impulso positivo a pesar del entorno inflacionario que está afectando a las industrias en todo el mundo. La resiliencia de nuestro negocio, junto con nuestras capacidades de optimización de ingresos, nos permitió alcanzar un sólido crecimiento en las ventas de todos nuestros territorios”, dijo John Santa Maria, director general de Coca-Cola FEMSA.

TeeTime Klever/ Expansión

El complejo panorama inflacionario del segundo semestre de este año puede tener un atisbo de esperanza: El Buen Fin 2022.

Mientras que analistas esperan que el pico de la inflación ocurra entre agosto y septiembre con el regreso a clases, los descuentos de la temporada del Buen Fin, en noviembre, podrían contener la subida de precios al cierre de año.

“Vienen descensos (de precios) -esperemos que importantes- en el Buen Fin aunque tampoco sabemos qué tanto vayan a hacer descuentos los participantes debido al entorno de mayores costos que enfrentan”, consideró Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex Banco.

Foto: Cortesía

El especialista destacó que en octubre y noviembre el gobierno federal retira los subsidios a la energía eléctrica que da en algunas zonas del país en verano, lo que podría jugar contra el bolsillo de los mexicanos.

Invex estima que la inflación cierre el año con una tasa de 8.2%, más del doble del objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3% con un margen de error de un unto porcentual al alza y a la baja.

Para 2023, Invex estima que la inflación baje a 5.1%, todavía fuera del rango del banco central.

La temporada de El Buen Fin no está resuelto aún: para controlar la inflación, Banxico debe continuar subiendo la tasa de referencia y se estima que hacia finales del año ya registre niveles nunca antes vistos, por encima de 8.5%.

Con una tasa elevada de inflación, los economistas esperan un consumo más restringido. Pese a que todo apunta a una “breve” recesión en Estados Unidos, este efecto no impactará a México, de acuerdo con Aguilar.

“Por ahora no estimamos una recesión en México ni este año ni el que viene, pero el estimado de crecimiento para México de 1.5% en 2023 se puede ir para abajo si la Reserva Federal (Fed) no puede bajar las tasas”, destacó.

Tee Time Klever / Expansión

El término de ‘manflation’ no es muy conocido, pero economistas de México y Estados Unidos argumentan que la inflación en bienes manufacturados está alimentada por la “codicia” de las grandes empresas.

El fenómeno es nombrado como ‘manflation’ y consiste en elevar los precios de los productos más allá de la inflación promedio, con el objetivo de elevar las ganancias y recuperar las pérdidas que dejó la pandemia de covid-19.

Cruz Blanco Moritz, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, indicó que las empresas están fijando márgenes de ganancias más altos de lo común y, en medio de un alza en los costos de materias primas y escasez, elevan los precios de sus productos de manera desproporcionada.

“Las empresas del sector manufacturero fijan sus precios de acuerdo con su margen de ganancia, independientemente de la demanda” y esa es la definición más simple del término ‘manflation’, que explicaría cómo las empresas siguen teniendo altas ganancias, a pesar de la subida de los costos, como explicó el economista durante la mesa redonda “La Economía mexicana. Recuperación con inflación“, organizada en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Y “más allá de la escasez” producida por la pandemia en insumos y bienes manufacturados, “lo cierto es que se ha observado un incremento sustancial en el margen de ganancia (…) Han trasladado sus pérdidas durante la pandemia a los precios”.

Para ejemplificarlo, indicó que durante el periodo de 1979 a 2019, las ganancias corporativas contribuían 11.4% a la composición de los precios, en Estados Unidos. Pero, después de la crisis del covid-19, las ganancias de las empresas representan 53.9% de la composición de los precios en corporaciones no financieras.

En cambio, los salarios pasaron de representar 61.8% en su contribución a la composición de los precios a solo 7.9% a partir del segundo trimestre de 2020 y hasta el cuarto trimestre de 2021, de acuerdo con datos del Bureau of Economic Analysis de Estados Unidos.

No es el único que opina esto. El economista estadounidense Josh Bivens, del Economic Policy Institute, también señaló esta práctica en una reciente entrevista con la cadena de televisión NPR.

Bivens observó que en ni los salarios, ni el aumento en los costos de los insumos han impactado tanto en el aumento de los precios como los márgenes de ganancia cada vez más altos.

“Normalmente las ganancias corporativas deberían ser de 12% del costo de cualquier cosa, mientras que la mano de obra debería ser más de 60% (…). Desde que comenzó esta recuperación, las ganancias corporativas representan 54% del aumento total de los precios, mientras que la mano de obra cuesta menos de 8%. Están trasladando los costos, pero también están poniendo un margen de beneficio mucho más grande de lo que suelen hacer”, indicó Bivens en entrevista televisiva.

Bivens también señala que la chispa de la inflación que se vive hoy en Estados Unidos, México y gran parte del mundo sí fue resultado de un desajuste entre la oferta y la demanda, la ruptura de las cadenas de suministro y la escasez de ciertos insumos, tras la pandemia de covid-19.

Pero las empresas, indica, están trasladando no solo esos costos, sino sus expectativas cada vez más grandes de ganancias.

Tee Time Klever / Redacción

Las ventas de Cemex en el segundo trimestre de 2022 alcanzaron los 4,080 millones de dólares, lo que representó un aumento de 7% comparado con  el mismo periodo del año pasado, impulsadas por mayores precios.

El director general de la compañía, Fernando González Olivieri, aseguró que está satisfecho con su estrategia de precios, la cual muestra resultados y ha compensado completamente los costos inflacionarios en el trimestre.

“Con mejores dinámicas de la cadena de suministro, y el éxito continuo de nuestras estrategias de precios y reducción de costos, seguimos confiando en que podemos recuperar los márgenes de 2021”, afirmó.

De acuerdo con el reporte financiero de la cementera mexicana, tan solo en México sus ventas entre abril y junio pasado aumentaron 7%, alcanzado los 998 millones de dólares.

Mientras que su flujo de operación en el segundo trimestre de 2022 alcanzó los 723 millones de dólares, lo que representó una ligera baja de 10%; en tanto que su utilidad neta fue de 265 millones de dólares, 2% menos que en 2021.

Tee Time Klever/ Expansión 

BBVA México tiene una buena y una mala noticia para la economía nacional: la primera es que el crecimiento del PIB de este 2022 será de 2%. La segunda es que, con una elevada inflación y el aumento de tasas de interés, el PIB en 2023 se desacelerará a 1.6%.

La institución bancaria estimaba previamente que el PIB de 2022 fuera de 1.2% y de 2.1% el próximo año.

Las razones por las que BBVA estima un mayor crecimiento de la economía este año es por su buen desempeño en la primera mitad del año. Para 2023, se espera una ralentización en la demanda interna por la alta inflación y la política monetaria restrictiva.

Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, dijo este jueves que estima que la inflación cerrará el año en 7.1% y el Banco de México (Banxico) llevará la tasa de referencia a 9.5%, lo cual va a “jugar en contra” del crecimiento en la economía mexicana, especialmente en el consumo y la inversión.

“Creemos que ese 9.5% va a ser el pico de la tasa de política monetaria y que el siguiente año, a medida que veamos menor inflación y condiciones de holgura de la economía, podría empezar a haber un inicio gradual de bajadas en la tasa”, dijo el economista.

El economista descartó que la tasa alcance niveles del 10%, como lo ha estimado el mercado, debido a que después del tercer trimestre del año, la inflación comenzará a ceder.

Tee Time Klever/ Expansión

Tras padecer uno de los mayores golpes de su historia, el turismo en México entra de lleno al verano con los precios más altos de los últimos años.

Los servicios de transporte aéreo y hospedaje no se han librado de la inflación, que ha sido detonada no sólo por una sostenida recuperación de la demanda, sino también por un alza de costos operativos, principalmente en el sector energético.

La inflación prácticamente no ha beneficiado al bolsillo de los viajeros. En el primer semestre del año, los precios del transporte aéreo regular han aumentado a una tasa mensual promedio de 24.3%, mientras que el índice de precios al consumidor del sector de alojamiento se ha elevado a una media de 12.6%.

En ambos casos el alza de precios es superior a la inflación general, que ha incrementado a un ritmo promedio de 7.5% mensual, y que hasta junio se ubicaba en 7.99%, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

Turismo de altos precios

La racha alcista que habían mantenido los índices de inflación de los servicios de transporte aéreo y alojamiento se interrumpieron por la pandemia, pero a partir de abril de 2021 remontaron e incluso crecieron.

“Entre los servicios, los mayores incrementos anuales en precios se concentran en servicios turísticos ante la recuperación de la demanda”, dice Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, en un reporte sobre el INPC. “Si bien en junio se observó un incremento en el número de casos de coronavirus en México, la población no ha adoptado medidas de confinamiento que limiten la actividad del sector servicios, lo que ha permitido su recuperación”.

Los indicadores operativos del sector aéreo dan cuenta de esta recuperación. Por una parte, aeropuertos como el de Cancún, Tijuana y Los Cabos, ya tienen más pasajeros que antes de la pandemia.

Además, la ocupación promedio de los 12 mayores centros turísticos cerró junio a un promedio de 59%, con destinos como Cancún operando a ocupaciones de 80%, según la Secretaría de Turismo (Sectur).

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Aunque las variaciones de los índices de inflación han sido menores que en momentos de rebote en la demanda, como la vista a finales de 2021, los índices per se están en los niveles más altos para un verano al menos desde 2011.

Precios volátiles

Aunque los precios de los servicios turísticos varían en función de distintas estaciones de demanda, a partir de la pandemia su variación ha sido más volátil.

Para Roberto Montalvo, especialista del sector turístico de la Universidad Iberoamericana, los índices vistos en mayo y junio tienen el potencial de elevarse para julio, el periodo de mayor auge en la recepción de turistas.

“La inflación ejerce una presión importante en las tarifas de temporada alta; esa inflación de 13% yo estimo que por lo menos ronde cerca del 20%”, advierte. “Se va a disparar por la temporalidad, es inevitable, pero además muchos de los insumos de la industria para operar, tanto la parte de la transportación como en los bienes que tradicionalmente alimentan a un hotel, se han encarecido”.

Para los consumidores del sector turístico es habitual el constante cambio en los precios de vuelos y hoteles; por ello, los incrementos de las empresas del sector son asumidos por los usuarios, a un nivel donde se alcanza un equilibrio con el incremento en los costos.

“La fuerte demanda nos ha permitido aumentar gradualmente las tarifas para compensar el aumento de los precios del combustible”, dijo Enrique Beltranena, director general y CEO de Volaris, citado en el reporte financiero del primer trimestre del año. “Nuestros resultados del primer trimestre nos dan la confianza de que la demanda continúa siendo sólida en los mercados donde operamos y que somos capaces alinear dicha demanda con nuestra capacidad”, agregó.

Para los hoteles la recuperación ha sido más segmentada. Si bien los complejos ubicados en ciudades aún no han recuperado las ocupaciones previas al COVID-19, en las playas la historia es otra: hay una fuerte demanda con tarifas más altas que en 2019.

“Los hoteles resorts registraron una ocupación del 76% con una tarifa disponible de 7,406 pesos, resultando en una tarifa efectiva de 5,606 pesos, 86% mayor al año anterior y 30% mayor al 2019”, dijo Grupo Posadas, la mayor cadena hotelera del país, en su reporte financiero del primer trimestre del año.

A medida que la inflación continúe repuntando, se espera que los consumidores opten cada vez más por opciones menos costosas.

Mientras que en el segmento internacional México podría destacar como una opción barata para mercados como el estadounidense, aunque no dejará de competir con otros mercados que han levantado restricciones recientemente, como el europeo y el sudamericano.

“Tradicionalmente sí nos beneficiaban los momentos inflacionarios porque nos volvíamos atractivos en relación al precio. El tema es que, a diferencia de otros momentos inflacionarios, tenemos un alza de precios pero un tipo de cambio que no se mueve, por lo que los turistas no ven una ganancia cambiaria”, advierte Montalvo. “Este diferencial tan elevado provoca que en este próximo verano, incluso con tendencias a diciembre, la gente otra vez voltee a ver esos destinos internacionales”.