Tee Time Klever / Redacción
Los empresarios han expresado su preocupación por la creciente incidencia de extorsiones, secuestros y robos en el estado de Querétaro.
El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) ha advertido que la extorsión es un delito que ha experimentado una alarmante diversificación y que su cifra negra alcanza niveles superiores al 90%.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) ha registrado un alarmante aumento del 11% en las víctimas de extorsión en México durante el primer bimestre del año 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. Este dato coloca al presente como el segundo año con más incidencia de este delito; un período marcado por una escalada de violencia sin precedentes en la historia reciente del país.
Según las cifras proporcionadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, las víctimas de extorsión pasaron de mil 664 en los dos primeros meses de 2023 a mil 846 en el mismo período de 2024.
Estos números revelan un promedio diario de 31 víctimas de extorsión en el estado de Querétaro, aunque se estima que esta cifra podría ser considerablemente mayor, dado que muchas víctimas no denuncian el delito por temor a represalias por parte de los grupos criminales.
Las estadísticas oficiales muestran que las víctimas de extorsión se concentran principalmente en estados como el Estado de México, Guanajuato, Veracruz, Nuevo León, Jalisco, Querétaro y la Ciudad de México. En estos lugares, la extorsión se ha convertido en una amenaza omnipresente que afecta a personas de todos los sectores económicos y productivos.
Estos sucesos no son hechos aislados, sino que enmarcan una serie de ataques y situaciones de inseguridad que han golpeado a la comunidad empresarial.
Los sectores productivos exigen del Gobierno de Querétaro una respuesta contundente y una estrategia clara para combatir la delincuencia, reforzar la vigilancia y prevenir futuros atentados.
Es imperativo que el Gobierno del Estado de Querétaro asuma su responsabilidad y tome medidas inmediatas para restablecer la seguridad en todo el territorio, no solo para proteger a los empresarios, sino para devolver la confianza a la ciudadanía.
La falta de seguridad está cobrando una factura no solo en términos humanos, sino también en la estabilidad económica y social de la región.
La sociedad queretana y sus sectores económicos merecen vivir y desarrollarse en un entorno seguro. Es momento de que las autoridades actúen con firmeza y urgencia.