Tee Time Klever/El Economista
Industrias mexicanas avanzan hacia un modelo sostenible en 2025, priorizando ASG, tecnología limpia y consumidores conscientes.
El año 2025 marca un punto de inflexión para las industrias mexicanas, que se enfrentan al desafío de adoptar modelos más sostenibles y adaptados a las demandas globales. Sectores estratégicos como el automotriz, la construcción, las telecomunicaciones y la energía están liderando esta transición, impulsados por las exigencias de consumidores, inversionistas y nuevas normativas.
Avances destacados en sectores clave:
- Automotriz: Con un enfoque en la movilidad eléctrica, se incrementará la producción de componentes eléctricos.
- Construcción: Este sector, responsable de cerca del 50% de las emisiones regionales, implementa tecnologías para reducir su impacto ambiental.
Según Adriana Pulido, CEO de ILUNKA, el enfoque en estrategias Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) responde a un entorno de mayor exigencia y regulación. “Las empresas no solo necesitan innovar, sino también demostrar que sus prácticas son responsables y sostenibles”, comenta.

Cinco tendencias que redefinirán el panorama industrial:
- Cadenas de suministro sostenibles: Con las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS), las empresas deberán medir y optimizar su impacto.
- Consumidores conscientes: Cada vez más, los mexicanos valoran la sostenibilidad tanto como el precio en sus decisiones de compra.
- Ciberseguridad: Una prioridad crucial para proteger datos y garantizar confianza en un entorno digital más complejo.
- Diversidad e inclusión: Las prácticas inclusivas en género y derechos humanos serán esenciales para atraer talento especializado.
- Compromiso Net Zero: Las empresas trabajarán en tecnologías limpias y reducción de emisiones para alcanzar cero emisiones netas.
Pulido destaca que estas transformaciones no solo fortalecerán el crecimiento económico, sino que también posicionarán a las empresas como actores clave en el desarrollo social y la protección ambiental.
