Tee Time Klever/El país
El golf reúne a grandes figuras deportivas como Gasol, Nadal y Alcaraz, ofreciendo un escape mental para quienes compiten y un reto para los retirados. Un estudio destaca sus beneficios para la salud mental.
Imaginen un torneo de golf que reúne a todas estas estrellas del deporte, con emparejamientos igualmente legendarios. Pau Gasol junto a Rafa Nadal, futbolistas como Morata y Raúl enfrentándose a Bale y Aduriz, y dos iconos del baloncesto como Rudy Fernández y Sergio Rodríguez compartieron el campo. En el tenis, Carlos Alcaraz podría jugar al lado de su mentor, Juan Carlos Ferrero. Tampoco faltarían figuras como Ricky Rubio, Carlos Sainz, César Azpilicueta, Casper Ruud, Mathieu Van der Poel, Lando Norris y Fabio Quartararo, todos ellos aficionados al golf, ya sea como una forma de desconectar para quienes aún compiten, o como un reto.

Tras 22 años dedicados al baloncesto, Pau Gasol ha encontrado en el golf una nueva pasión. “Me ha traído paz y el reto de aprender un deporte complejo”, comenta. Para él, es una forma de mantener el espíritu de mejora y esfuerzo, algo que lo ha llevado a campos emblemáticos como Augusta y Saint Andrews. Gasol no es el único de la “Familia” del baloncesto español en estar enganchado al golf. Rudy Fernández también ha aceptado el reto de ponerse al nivel de Gasol, mientras que Ricky Rubio y Sergio Scariolo aprovechan cualquier oportunidad para perfeccionar su juego.

El golf, con su precisión y concentración, resulta terapéutico para muchos deportistas. Álvaro Morata destaca que le ayuda a manejar sus emociones ya enfrentarse a sí mismo sin excusas. Rafa Nadal y Carlos Alcaraz también se encuentran en este deporte una forma de desconectar del tenis, algo esencial para mantener el equilibrio mental y rendir al máximo en sus competiciones.

Un estudio reciente de la Cátedra UCM-RFEG de Comunicación y Golf señala que el 92% de los jugadores creen que el golf mejora su salud mental. La doctora Pilar Martín Escudero, coautora del estudio, explica que para los deportistas de élite, el golf representa un escape de la presión constante de la competición, permitiéndoles relajarse sin dejar de competir.